- El presidente de la Xunta y candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, confía en una nueva victoria en las elecciones del 12 de julio frente a la “fragmentación política” de la oposición, mientras que el partido también confía en ganar para coger impulso hacia el Gobierno de España.

Aunque la campaña empezó el viernes en la localidad natal de Feijóo, en Os Peares (Ourense), el gran primer mitin fue el de ayer en la plaza de toros de Pontevedra, donde el candidato a la reelección estuvo arropado por el líder del partido, Pablo Casado, y el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.

Rajoy fue quien más aplausos recibió en este enclave, ya que Pontevedra es su “casa”, como dijo y, aunque participaba solo como militante y no como candidato ni dirigente, demostró que sigue siendo un referente.

El mitin en este escenario “emblema del PP gallego”, según Casado, coincidió con la presencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en un mitin en Ourense.

A él se dirigió el presidente del PP para criticar su “nueva normalidad” que cree que es la del desempleo y la división de la sociedad, frente a la “normalidad” del PP, que cuando gobierna crea empleo, une a los españoles y mejora su bienestar, aseguró.

Casado también le pidió a Sánchez que se comprometa públicamente con el futuro de Galicia, y el de factorías como Ence, en Pontevedra; PSA Citröen, en Vigo; y el mantenimiento del empleo en Alcoa, en San Cibrao.

“El PP sí está comprometido con Galicia y el PP de Galicia siempre ha augurado buenos tiempos para el resto de España”, afirmó Casado, tras criticar que Sánchez viene a esta comunidad “para insultar con impotencia de mal jugador del fútbol”.

Feijóo se comprometió a seguir colaborando con el Gobierno aunque no le “guste” y sea, a su juicio, “el peor que ha tenido España”, al entender que por delante de sus preferencias y sus gustos “está la salud de los gallegos”.

El candidato a la reelección reclamó a los gallegos que el próximo 12 de julio no condenen a Galicia a la “fragmentación política de bloque” con la que “algunos han dividido a España” y pidió no reducir las elecciones a una “cuestión de partidos, de siglas y de logotipos”.