- El del 2000 fue un verano terrible, en el que ETA no concedió respiro. Cuando la sociedad no se había recuperado del impacto del último atentado, a los pocos días volvía a la carga para cobrarse nuevas víctimas. Entre julio y agosto, la organización terrorista segó la vida de siete personas, la mayoría en Euskal Herria, pero también en lugares como Aragón o Andalucía. Fue el año siguiente a la ruptura de la tregua que facilitó el acuerdo de Lizarra y en el que fueron asesinadas 22 personas.

De uno de los atentados que causaron mayor impacto se cumplen exactamente hoy 20 años. El socialista Juan Mari Jáuregui, que había sido gobernador civil de Gipuzkoa, se había citado por la mañana con el periodista y entonces jefe de informativos de EITB Jaime Otamendi en el bar Frontón de Tolosa, junto al frontón Beotibar, en pleno del centro de la localidad. Según relató después su mujer, Maixabel Lasa, Jáuregui le contó la víspera que había soñado que lo mataban. Más que un sueño fue una dramática premonición.

Terminada su etapa de gobernador civil, vivía en Chile como delegado para Latinoamérica de la empresa Aldeasa. Ocasionalmente, regresaba a Euskadi a visitar a su familia. Aquel día fue uno de esas ocasiones. Dos activistas se le acercaron por la espalda y le dispararon en la cabeza. Murió poco después.

Luis Mari Carrasco, Patxi Xabier Makazaga e Ibon Etxezarreta, este último al volante del automóvil en el que huyeron, fueron declarados culpables del crimen. Tanto Etxezarreta como Carrasco han participado con la viuda de Jáuregui en encuentros restaurativos, le han pedido perdón por el daño infligido y han mostrado su arrepentimiento. Al año siguiente del atentado, Maixabel Lasa fue nombrada por el lehendakari Ibarretxe directora de la Oficina de Atención a las Víctimas.

Apenas diez días después del atentado, una bomba mataba al presidente de Adegi Joxe Mari Korta a las puertas de su empresa en Zumaia. Al día siguiente, en Berriozar, ETA asesinaba al militar Francisco Casanova. Menos de dos semanas después, morían dos guardias civiles en Sallent de Gállego al estallar una bomba lapa y antes de acabar el mes de agosto, era asesinado en su tienda de golosinas de Zumarraga el concejal del PP en la localidad Manuel Indiano.

Ante el 20 aniversario del atentado, la hija de Jáuregui ha hecho público un escrito (se reproduce en esta página) en el que dice que “para poder cerrar heridas tenemos que conocer todo lo que ha pasado” y aboga por una memoria inclusiva que recoja “los testimonios de aquellas personas que han sufrido diferentes tipos de violencia”. Así, “podremos construir entre todos una memoria que sea inclusiva”.

Amigos y compañeros del PSE homenajearán a Juan Mari Jáuregui en Legorreta, su pueblo natal. Será a las 12.00 en la escultura que le recuerda con una ofrenda floral. Después, el acto de recuerdo se trasladará a la zona de Burnikurutzeta, donde hay un monolito en su memoria.

Antes, las Juntas Generales también realizarán un acto en memoria de Jáuregui, que fue juntero en la cámara territorial, y en favor de la paz. A este acto asistirá Agus Hernan en representación del foro Social.

“Para poder cerrar heridas tenemos que conocer todo lo que ha pasado”

Hija de Juan Mari Jáuregui