- Conferencia de Presidentes -mayoría hombres- en San Millán de la Cogolla, de la que queda el anuncio de Pedro Sánchez de que será su Gobierno el que asumirá directamente la gestión del fondo de recuperación de la UE, aunque prometió a los mandatarios autonómicos que participarán también en este proceso. A la cita asisitió finalmente el lehendakari, Iñigo Urkullu, quien acudió a la Conferencia tras haberse alcanzado un acuerdo sobre la senda de déficit entre su gobierno y el central.

La jornada no estuvo exenta de los problemas que aquejan al modelo autonómico sometido no ya al café para todos, sino a periódicos intentos recentralizadores, que no siempre parten del PP, sino que someten al Partido Socialista a una fricción de fondo, que deja al aire sus contradicciones. El guion hasta ayer a primera hora de la mañana se presentaba previsible. Si el president de la Generalitat de Catalunya, Quim Torra, y el lehendakari en funciones del Gobierno Vasco, Iñigo Urkullu iban a ser los paganos por no acudir a la cita, finalmente, tras negociar un déficit del 2,6% para Euskadi, el lehendakari finalmente se presentó, lo que tampoco fue óbice para que estuviera en la diana de algunos de sus homólogos, como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que acusó al Gobierno Vasco de tensionar la Conferencia de Presidentes “para obtener una serie de prebendas”. A esas críticas se unieron la del popular andaluz Juanma Moreno, pero también la del presidente socialista de Aragón Javier Lambán.

Urkullu pidió en su intervención respeto al marco de relación bilateral entre los gobiernos central y vasco y agradeció al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el acuerdo sobre déficit, que había posibilitado su presencia en La Rioja. En cuanto al formato de la conferencia, resultó llamativo que Díaz Ayuso coincidiese con las críticas que hizo Aitor Esteban el miércoles desde la tribuna del Congreso de los Diputados reprochando a Sánchez que no hubiese orden del día para esta conferencia. y que “todo” estuviese “repartido y presentado” y con “poco margen para opinar, aportar y mejorar”.

Por su parte, la presidenta del Gobierno de Navarra, María Chivite, que llegó a San Millán tras haber alcanzado el pasado miércoles un acuerdo con el Gobierno Central sobre el déficit para Navarra, prefijado en el 2,3%, recordó respondiendo a las críticas de Navarra Suma sobre el trato de Sánchez en comparación con el déficit pactado con la CAV, que el acuerdo “es “un primer paso”, revisable al alza” en septiembre, si hay una caída en los ingresos.

“En el Ministerio nos han dicho que no hay problema para llegar al 2,6”, dijo Chivite -el déficit pactado con la CAV- si ello sucede. La presidenta criticó a UPN por hacer “seguidismo” del líder del PP, Pablo Casado, y de su política de “de cuanto peor, mejor”. Y planteó que la Comunidad Foral puede aportar “ideas” para captar los fondos de reconstrucción europeos, especialmente en proyectos de digitalización y de “pacto verde”, “muy alineados con los que pide Europa”,subrayando también el trabajo de detección de contagios que se está dando en Navarra.

El Gobierno central considera que el acuerdo con el Ejecutivo vasco sobre el déficit de Euskadi no es discriminatorio respecto al resto de comunidades autónomas. Así lo afirmó la ministra de Política Territorial, Carolina Darías, que incidió en que tanto el País Vasco como Navarra cuentan con “un régimen foral diferenciado del resto” y ese acuerdo “obedece a eso”, con lo que “no hay ningún trato discriminatorio”, subrayando que uno de los objetivos del Gobierno es el de la “cohesión social y territorial para seguir avanzando juntos”.

Otro de los elementos gráficos de la jornada, con carga simbólica y política se centró en la presencia de Felipe VI. El monarca, finalizada la gira por las comunidades autónomas, y en plena crisis de la institución, abrió esta cita en San Millán de la Cogolla con una reunión informal con Sánchez y los presidentes autonómicos. Tras su marcha, comenzó como tal la sesión de trabajo, mientras se conocía la histórica caída de la economía, con el derrumbe de un 18,5 por ciento del PIB en el primer trimestre. Según Sánchez, ese momento ya “ha pasado” y aseguró que “después de la resistencia vino la reactivación”. Sánchez apeló a la unidad -”cuanta más haya más fuertes seremos y más pronto saldremos de esta emergencia sanitaria, económica y social”, dijo- y a la necesaria búsqueda de la cohesión territorial, porque según señaló “no puede haber comunidades autónomas de primera y segunda”.

El presidente del Gobierno central expuso a los mandatarios autonómicos cómo será la gobernanza del fondo europeo. El Gobierno creará una Comisión Interministerial que presidirá el propio Pedro Sánchez, para gestionar el fondo de recuperación de la UE correspondiente a España, así como una Unidad de Seguimiento de las partidas. Sánchez prometió a los presidentes que trabajarán “pronto y coordinados” en la gestión de este fondo por el que España va a recibir 140.000 millones de euros, de los que más de la mitad en ayudas directas y el resto en créditos.

Pide reunión bilateral. La consellera de Presidencia y portavoz del Govern, Meritxell Budó, reclamó ayer una reunión bilateral con el Gobierno para hablar de los 30.000 millones del Fondo Europeo de Reconstrucción que demanda para Catalunya, y aseguró que la Generalitat querría haber celebrado este encuentro antes de la conferencia de presidentes, a la que el president Quim Torra no asistió. Preguntada por si la ausencia de Torra en la cumbre podría perjudicar a Catalunya en el reparto de dinero, Budó sostuvo que “no sería demasiado responsable” y defendió que la reunión se podía hacer telemáticamente por la situación epidemiológica.