Javier Remírez, vicepresidente primero del Gobierno, y José Luis Arasti, delegado del Gobierno central en Navarra, coincidieron este martes en señalar que la culminación de la transferencia de Tráfico es cuestión de semanas. Primero fue Arasti, que en una comparecencia de balance al cierre del año, afirmó que los distintos ministerios tienen "prácticamente todo ultimado", estimando que se podrá producir en "las primeras semanas o meses" de 2021.
Arasti afirmó que los ministerios implicados "han hecho su trabajo" y que estaban "ultimando algunos detalles" en el Ministerio de Hacienda, tal y como adelantó la presidenta María Chivite en una entrevista concedida a este periódico con motivo del Día de Navarra. Según el delegado del Gobierno Central, la fase final del proceso se ha alargado en el tiempo debido a su coincidencia con la elaboración presupuestaria tanto del Gobierno español como del de Navarra. "Toda la vorágine de la aprobación de los Presupuestos, que ha sido urgente y temprana dentro del propio ejercicio, ha hecho que la mayoría de los ministerios estén dedicados a otros temas".
Javier Remírez se hizo eco de las palabras de Arasti en su comparecencia como portavoz del Ejecutivo tras la sesión de Gobierno adelantada al martes. Preguntado sobre este proceso dilatado en el tiempo, reconoció la tardanza. "Nos hubiera gustado que hubiera sido antes, pero estamos absolutamente tranquilos de que se recibirá más pronto que tarde esa documentación". Remírez comparó la diferente situación de la transferencia de Tráfico respecto a la de Sanidad Penitenciaria, también pendiente de culminar, donde "sí recibimos la documentación técnica, la analizamos por parte del Gobierno, se devolvió con una serie de cuestiones a aclarar, y estamos a la espera de esa respuesta del Estado".
Por lo que respecta a la competencia de Tráfico se está en cambio a la espera de la documentación técnica por parte del Gobierno central, que exigirá un análisis del Gobierno foral, para que "la transferencia se realice en forma de interés positivo para Navarra". Remírez quiso dejar claro que, a pesar de esta tardanza, la relación entre gobiernos es fluida, y que no espera ningún contratiempo en esta fase final de espera. "Más que los plazos, nos interesan los procesos y que se hagan de la manera adecuada", y que "la posición política es clara por ambas partes". Así que el asunto sigue atrancado en su fase final, y aunque ya se otea en el horizonte inminente su culminación definitiva, dicha transferencia no cristalizará antes de las campanadas de fin de año, lo cual hubiese supuesto un cierto golpe de efecto de cara al discurso de cierre de 2020 por parte de la presidenta Chivite.
Hay que recordar que en octubre de 2018 el presidente Pedro Sánchez y la entonces presidenta Uxue Barkos acordaron que el Estado devolvería a Navarra la competencia histórica que perdió a manos del franquismo. Sin embargo, el adelanto electoral de las Generales de abril, que posteriormente se repetirían en noviembre, postergó el avance. Tras esos segundos comicios, el acuerdo de investidura entre el PSOE y el PNV fijó el mes de junio de este año como fecha tope. El presente ejercicio, marcado por la pandemia, se va a cerrar sin culminar el proceso. En otoño, la coyuntura presupuestaria tampoco ayudó al desenlace. Pero llegado el invierno, parece pendiente del transcurso de unas semanas.