La parlamentaria de Navarra Suma, Cristina Ibarrola, cuestiona los méritos de una de las personas seleccionadas para recoger la Medalla de Oro de Navarra el pasado 3 de diciembre porque forma parte del equipo directivo de Atención Primaria y no realiza labor asistencial. Una decisión que atribuye a un intento del Gobierno foral de premiarse a sí mismo.

Ibarrola ha presentado en el Parlamento una iniciativa en la que pregunta al Gobierno si considera que la Medalla de Oro concedida a la labor de profesionales sanitarios y sociosanitarios que han ejercido labores de asistencia y cuidados durante la pandemia "iba destinada también a los equipos gestores del Departamento de Salud y de Derechos Sociales". Además, pide al Gobierno que explique por qué "si la medalla no era un reconocimiento a la gestión de la pandemia del Gobierno de Navarra", una de las tres personas que recogió la medalla en representación de los profesionales sanitarios y sociosanitarios "es un cargo del equipo directivo de la Gerencia de Atención Primaria del Servicio Navarro de Salud". Ibarrola destaca que "no ha ejercido labor asistencial durante la pandemia", por lo que cuestiona que merezca recoger el reconocimiento.

La entrega de la Medalla de Oro al personal sanitario y sociosanitario fue una propuesta del sindicato Afapna aprobada después por el Gobierno de Navarra. Una decisión que contó con gran apoyo social y político en su momento, como forma de agradecer el trabajo a uno de los colectivos que más se ha esforzado durante la pandemia. Un consenso que Navarra Suma rompe ahora limitando el reconocimiento solo a quienes realizan una labor asistencial, y no al conjunto de los profesionales.

Fue el propio Ejecutivo foral quien seleccionó después a las tres personas que, en representación de todo el colectivo, recogerían el premio durante los actos del Día de Navarra, esta vez además con aforo muy reducido con motivo de la pandemia. Los elegidos fueron Carlos Ibero, médico coordinador de la atención a las plantas COVID 19 en el Complejo Hospitalario de Navarra; la enfermera Ana Ariztegi, jefa de cuidados asistenciales y atención domiciliaria en atención primaria; y Amaya Iriarte, cuidadora de la residencia Virgen de Jerusalén, de Artajona.

Oposición frontal

La iniciativa de Ibarrola ha causado gran malestar en el Gobierno, y en especial en el Departamento de Salud. No ya solo porque se le atribuya una voluntad malintencionada de premiarse a sí mismo, sino porque se ponga en cuestión la labor de los responsables en la gestión sanitaria, que llevan en primera fila en la lucha contra la pandemia desde hace prácticamente un año.

No es la primera vez que una polémica enfrenta al Gobierno con Cristina Ibarrola, que la pasada semana acusó al Departamento de Salud de "tirar vacunas a la basura" poniendo en duda todo el sistema de vacunación, lo que también causó el enfado de los responsables sanitarios. Sobre todo porque la parlamentaria de Navarra Suma conoce bien el funcionamiento del Departamento, y la dificultad que supone la gestión en estas circunstancias. De hecho, Ibarrola fue la directora general de Salud durante la etapa de Yolanda Barcina, y siguió manteniendo cargos de responsabilidad durante el Gobierno de Uxue Barkos, hasta que Javier Esparza la incorporó a su lista electoral.