Es el vicepresidente segundo y la voz autorizada de Geroa Bai en el Gobierno de María Chivite. Un hombre con perfil de gestión centrado en los últimos seis años en la vivienda pública, pero con larga trayectoria política que ahora ejerce en un equilibrio entre la defensa de los intereses de su formación, y la lealtal a un Ejecutivo liderado por el PSN. Alcalde de Lekunberi durante 31 años y vinculado al desarrollo territorial de Navarra, José Mari Aierdi (Etxauri, 1958), coincide con su homólogo Javier Remírez en que este Gobierno es una puesta estratégica "de largo plazo", aunque admite que quedan cuestiones importantes pendientes de resolver. "Este no es un Gobierno solo para cuatro años, y el esfuerzo que hacemos las formaciones que lo componemos debe ser visible para el conjunto de la sociedad. Lo contrario sería un fracaso para todos, también para el propio proyecto", subraya Aierdi.

¿Qué balance hace de estos dos años de Gobierno de coalición?

-Muy positivo. Estamos consolidando el proceso de cambio iniciado en 2015 para transformar las estructuras políticas, económicas y sociales que se habían construido en el último siglo. Desde el espacio central que representamos Geroa Bai y PSN, y con la participación de otros grupos de izquierdas y numerosos agentes sociales.

¿La gestión de la pandemia ha dejado margen para algo más?

-Evidentemente, la pandemia ha exigido un gran trabajo colectivo, y una disponibilidad de recursos económicos y personales excepcional. Y así debía ser. Tanto el colectivo sanitario como el propio equipo del Departamento de Salud están haciendo un enorme esfuerzo que quiero poner en valor. Y que siguen haciendo ahora con todo el proceso de vacunación. Pero también se han hecho muchas otras cosas que se van a empezar a ver con más claridad a partir de ahora.

¿Cómo cree que valoran los ciudadanos la gestión del Gobierno?

Yo creo que han visto a un Gobierno responsable que, por encima de las dificultades y de las diferencias que separan a sus miembros, ha sabido poner en valor lo que nos une para dar una respuesta realista y posibilista a esta crisis sanitaria.

¿Las decisiones tomadas durante la pandemia han sido siempre consensuadas?

-La gran mayoría de decisiones son consensuadas y trabajadas previamente por los socios de Gobierno. Tenemos un órgano de coordinación con la presidenta y el vicepresidente Remírez que funciona bien, y que parte de un acuerdo programático que, lógicamente, es y debe ser el eje de las políticas. Pero todo no son rosas, claro.

¿Era este el momento de acabar con el Estado de alarma?

-Tengo la impresión de que las elecciones de Madrid han condicionado al Gobierno de Sánchez, dificultando una solución compartida con las comunidades autónomas. Y eso ha propiciado un sálvese quien pueda. Algo parecido a lo que ha ocurrido con las vacunas, por ejemplo con la segunda dosis de AstraZeneca. Estas cuestiones generan incertidumbre y dudas entre la ciudadanía y no es la mejor manera de avanzar.

¿Navarra debería haber sido más firme ante Madrid?

-Quizá en esta última parte sí. Pero a mí me gusta ver la botella medio llena. Por eso prefiero poner en valor el esfuerzo colectivo que está haciendo la sociedad navarra, y que nos permite ver ya la luz al final del túnel.

¿Le toca mediar muy a menudo entre Geroa Bai y el Gobierno?

-Me toca compartir las políticas del Gobierno, pero siempre desde la perspectiva y la visión de la realidad social y política que aporta Geroa Bai. Eso a veces choca con la visión que pueden tener nuestros socios de Gobierno. Pero, insisto, lo fundamental es que estamos siendo capaces de tratar buscar el encuentro, en vez de incidir en la diferencia.

¿La lealtad tiene un coste de visibilidad para Geroa Bai?

-El Partido Socialista ocupa puestos clave y tiene la responsabilidad del liderazgo. Es así. Pero Geroa Bai también tiene responsabilidades importantes en áreas que son claves para el futuro, como la sostenibilidad medioambiental, el desarrollo económico o la política de vivienda pública. Más allá de cuestiones partidistas, esa es nuestra prioridad y es en lo que estamos trabajando.

¿Le cuesta al PSN compartir decisiones estratégicas?

-A veces sí. Quizá por los recelos que ha podido haber en el pasado, incluso por desconocimiento a veces. En cualquier caso, este no es un Gobierno solo para cuatro años, y más allá de su liderazgo, el esfuerzo que hacemos las formaciones que lo componemos debe ser visible para el conjunto de la sociedad. Lo contrario sería un fracaso para todos, y para el propio proyecto.

¿El euskera es el punto de mayor fricción dentro del Gobierno?

-Yo no diría eso. Tenemos diferencias, pero también hemos llegado a consensos importantes que consolidan muchos de los avances logrados la pasada legislatura, que tampoco hay que subestimar

Pero el decreto que regula los méritos en el acceso a la Administración sigue pendiente.

-Efectivamente, esa es una de las cuestiones en las que tenemos diferencias y que sigue sin resolver.

¿Dónde está la discrepancia?

-Nosotros entendemos que el euskera es patrimonio de todos los navarros, y no de una zona determinada. Por tanto, no debe valorarse menos que un idioma comunitario, tampoco en la zona no vascófona.

¿Queda margen para un acuerdo?

-Hemos insistido y hemos ofrecido alternativas que resolvían, creo, esas diferencias. Pero no ha sido posible. El problema es que con la situación actual no solo se discrimina a la zona no vascófona, también se discrimina a la zona mixta y a la zona vascófona. Y a eso al menos hay que darle una solución urgente. Por eso hemos pedido que se tramite ya el decreto, aunque sea sin acuerdo en lo referente a la zona no vascófona.

¿Eso no puede trasladar una imagen de debilidad de Geroa Bai en el Gobierno foral?

-Geroa Bai representa a una izquierda realista y posibilista, pegada al terreno, y que hace realidad políticas transformadoras desde la gestión. Somos conscientes de la realidad en la que vivimos, de qué se puede cambiar y de cómo se puede cambiar. Más allá de este tema concreto, creo que Geroa Bai ha demostrado con creces su capacidad de incidir en las políticas, con resultados concretos y palpables, tanto en la anterior legislatura como en esta.

¿Qué queda del cambio de 2015?

-La legislatura pasada se pusieron unos cimientos muy sólidos para la transformación social y política de Navarra. Sin ellos seguramente no hubiera sido posible este Gobierno. Y eso para nosotros es clave, porque parte del reconocimiento de la pluralidad de Navarra.

¿Comparte con Javier Remírez que este Gobierno es una apuesta estructural de más de cuatro años?

-Coincido, sí, en que debe ser una apuesta estratégica de largo recorrido. Y creo además que es algo en lo que ambos estamos convencidos. Venimos de tradiciones políticas diferentes, pero somos conscientes de que eso exige buscar puntos de encuentro, no incidir en las diferencias. Ese es el papel que debe jugar Geroa Bai, tender puentes para sumar mayorías progresistas. Es un papel fundamental para Navarra.

¿Cómo ve a la derecha?

-La derecha creía que el Gobierno de Uxue Barkos iba a durar unos meses. Luego pensaba que a mitad de legislatura vendrían las diferencias entre los socios y ahora espera a que este Gobierno se rompa. Al final, todo es una huida hacia adelante que no aporta nada. Carece de proyecto político y de un horizonte de futuro para Navarra. Su posición beligerante hace tiempo que está amortizada.

¿Qué espera de la segunda parte de la legislatura?

-Toca cambiar el chip, e introducir cambios sustanciales en el modelo económico y productivo hacia la sostenibilidad y la circularidad de las políticas. Es el gran desafío que tiene Navarra, pero también una gran oportunidad si lo hacemos bien. Son además responsabilidades en las que Geroa Bai viene trabajando durante este tiempo, y que se van a visualizar mejor a partir de ahora.

¿Los fondos europeos son una tabla de salvación?

-Desde luego son una oportunidad. El Gobierno de Navarra ha hecho una apuesta interdepartamental, con tres planes de actuación: la Navarra Green, la transformación digital y el de cohesión social. Esos fondos deben servir ahora para cambiar el modelo productivo, que es el principal reto que tiene Navarra a medio y largo plazo.

¿Ven receptividad en el Gobierno central en el reparto de fondos?

-Estamos trabajando bien con los ministerios, pero vamos a ser exigentes, porque en algunas cuestiones vamos con retraso. He echado en falta también una mayor participación de las comunidades autónomas en la toma de decisiones. Y eso es importante porque las decisiones que se toman en Madrid condicionan mucho nuestra capacidad de introducir políticas propias.

Estos dos primeros años ha sido EH Bildu quien ha dado estabilidad. ¿Seguirá siendo así?

-Ciertamente, nos hemos encontrado en el Parlamento con dos realidades muy distintas. Una realista en las exigencias que nos ha permitido desarrollar el programa de Gobierno, como es la de EH Bildu, y otra que está instalada en el "no" prácticamente desde el minuto uno de la legislatura. Esa es la realidad, y no creo que cambie mucho.

¿Les preocupa que el entendimiento entre el PSN y EH Bildu deje sin espacio a Geroa Bai?

-Ese hoy por hoy es un escenario complicado. Sinceramente, nos gustaría que la relación directa fuera más normalizada, pero la polarización que se da en la política española lo hace difícil. En ese sentido, Geroa Bai tiene una responsabilidad importante. Debe crecer y ensanchar su espacio social para garantizar la continuidad de este proyecto de cambio en el futuro. Y para eso esta legislatura es fundamental.

¿Por eso nace Geroa Socialverdes?

-Nace para reforzar el espacio de Geroa Bai, y para eso es necesario abrirse a la sociedad incorporando nuevas sensibilidades progresistas. Dando prioridad política a la sostenibilidad, a la cercanía local y a la apertura a Europa. En este momento en el que se están perdiendo referentes en la izquierda, Geroa Socialverdes puede ser una referencia para muchas personas que trabajan en el ámbito social y local.

¿El reto está en el sur de Navarra?

-El reto está en todo el territorio. Somos una fuerza municipalista, y estamos trabajando con plataformas populares de perfil progresista, muy pegadas a su realidad local, que han encontrado en Geroa Bai un referente con quien colaborar en las instituciones. Esto no va de siglas políticas, sino de dar respuestas efectivas desde la Administración pegadas a su realidad local. Y ahí Geroa Bai está trabajando muy bien.

¿Qué nota le pone a la gestión del Gobierno de Navarra?

Un 7,5. Tenemos que ser exigentes, y hay margen de mejora.

¿Cuál ha sido el mayor acierto del Gobierno foral?

Centrar la agenda política en las personas y resolver los problemas desde el ámbito de lo social.

¿Y su mayor error?

En ocasiones, mirar excesivamente a Madrid y esperar para dar pasos.

¿Cuál ha sido la restricción que más le ha condicionado?

El cierre de sociedad gastronómica de Lekunberri, que era una actividad que hacia semanalmente.

¿Hemos aprendido algo con la pandemia?

Que la solidaridad, el esfuerzo y la resiliencia colectiva es la única manera de salir de este tipo de situaciones.

¿Qué lugar de Navarra ha descubierto recientemente?

El embalse de Alloz, un espacio muy interesante.

¿Cuál es el principal reto de futuro que tiene Navarra?

Cambiar el modelo productivo.

¿Del 1 (izquierda) al 10 (derecha), dónde se sitúa?

En el 3.

Twitter, Facebook o Instagram, ¿qué red social prefiere?

Son redes muy importantes, pero me encuentro más cómodo en el cara a cara.

Diga una palabra en euskera.

Elkartasuna, solidaridad. Una palabra fundamental en lo personal y en lo político.

¿Qué es Madrid para usted?

Una gran ciudad que ha servido de banco de pruebas para la extrema derecha, y que de momento les ha salido bien.

¿Y Europa?

Una oportunidad para luchar contra las desigualdades y resolver los problemas de los pueblos.

¿Necesitamos más autonomía?

La autonomía es fundamental. Es responsabilidad y Navarra es una comunidad adulta. Por eso queremos tener más responsabilidad.

¿Sobran impuestos?

Hablar de impuestos es hablar de democracia y de lucha contra las desigualdades y, por lo tanto, es fundamental para hacer una buena política social.

¿Qué haría este fin de semana si tuviera 20 años?

Es complicado, pero habría que responder solidariamente, en Aralar por ejemplo.

La convivencia en Navarra pasa por...

Por valorar y gestionar las diferencias que tenemos como sociedad y poner en valor esa diferencia.

¿Dónde se ve en cinco años?.

Yo soy de ir partido a partido. De momento tenemos que resolver estos dos años que todavía tenemos como Gobierno.

"El gran desafío al que se enfrenta Navarra es la transformación del modelo productivo, pero es también una gran oportunidad"

"Geroa Bai representa a una izquierda posibilista pegada al terreno, que hace realidad políticas transformadoras desde la gestión pública"

"El esfuerzo que hacemos las formaciones que estamos en el Gobierno debe ser visible para la sociedad. Lo contrario sería un fracaso para todos"