El portavoz parlamentario del PSN hace una valoración “muy satisfactoria” de estos dos años al frente del Gobierno. “Hemos convertido una minoría parlamentaria en una mayoría presupuestaria”, celebra Ramón Alzórriz, la mano que dirige los destinos del socialismo navarro en su momento más dulce del último cuarto de siglo. Lo hace en un contexto condicionado por la pandemia, pero con destacado optimismo. “Este es un Gobierno con mucho recorrido todavía”, vaticina el secretario de Organización del PSN, que asegura que la coalición con Geroa Bai y Podemos es una apuesta de futuro. “Nuestro objetivo ahora es reactivar la economía para que salgamos todos y nadie quede atrás”, señala Ramón Alzórriz.

¿La gestión del Gobierno está siendo más difícil de lo que esperaban?

La pandemia ha dificultado mucho la gestión, es evidente. Pero ante los problemas hay dos opciones, o se mira para otro lado o se afrontan poniendo soluciones. Y eso es lo que ha hecho este Gobierno, escuchar las necesidades ciudadanas y buscarles solución.

¿La situación sanitaria va a permitir cumplir el programa?

Hay algunas cuestiones que se están retrasando algo. Pero los acuerdos son para cuatro años, así que queda tiempo suficiente para cumplir y llegar incluso más allá. La hoja de ruta del Gobierno sigue siendo clara, y los fondos europeos nos pueden permitir acometer inversiones que no estaban previstas en esta legislatura.

¿Está justificada la expectativa que han generado los fondos europeos?

Yo creo que sí. Las primeras ayudas están sirviendo para fortalecer los servicios públicos. El reto ahora es aprovechar bien el fondo para transformar nuestra economía y dirigirla hacia ese nuevo nicho de empleo que es lo digital, lo ecológico o la economía circular. Esta crisis es también una oportunidad para el futuro de Navarra.

¿No le preocupa el desgaste político por la gestión de la pandemia?

No creo que haya ningún desgaste. De verdad lo digo. La gestión del Gobierno está siendo honesta y realista. Todo el mundo ha visto la situación de los hospitales, y todo el mundo ha entendido cuál era la situación, que debíamos arrimar el hombro. Y si estamos saliendo ahora es precisamente porque lo hemos hecho todos juntos. Sin el compromiso que ha mostrado toda la sociedad hubiera sido imposible.

¿Los ciudadanos valoran positivamente la gestión sanitaria?

Sí, clarísimamente además.

¿También la del Gobierno central?

En esta pandemia todos hemos tenido que aprender sobre la marcha, y el Gobierno de Pedro Sánchez, dentro de las dificultades, siempre ha sido honesto. Ha entendido las diferencias que había en España y ha sabido compartir las decisiones con las comunidades autónomas. Las reuniones de los domingos con los presidentes autonomicos para exponer, escuchar y tomar medidas conjuntas para salir de la crisis fue un acierto, y así hay que reconocerlo.

Durante muchas semanas se ha comparado la situación epidemiológica de Navarra con la de Madrid. Y se ha acusado al PSOE de ser menos exigente con la Comunidad Foral ¿Cómo lo ha vivido?

Con cabreo, sinceramente, porque no se pueden equiparar situaciones que son diferentes. Cuando buscas, encuentras. Y si no buscas, no encuentras. Es así de simple. Unos gobiernos hemos entendido que debíamos proteger a la ciudadanía y primar la salud frente a la economía, y otros han tomado decisiones que han sido nefastas para la ciudadanía. Así que me cabrea bastante la comparación, porque no había nada que comparar.

¿El Gobierno de Navarra ha hecho seguidismo del Gobierno central, como denuncia Geroa Bai?

No ha habido seguidismo, ha habido coordinación, que son dos palabras totalmente diferentes. Lo que pasa es que los nacionalistas quieren hacerlo todo de forma autónoma, y nosotros creemos que la única manera de salir de esta crisis es hacerlo juntos y de manera coordinada dentro de España y dentro de la Unión Europea,

¿Cómo es la relación entre el PSN y Geroa Bai?

Yo diría que es buena. Tenemos las diferencias que teníamos antes, algunas las hemos atenuado y otras no. Pero eso no implica que la mayor parte del tiempo no estemos cómodos y nos llevemos bien. Estamos realizando una buena labor, y estamos actuando en equipo a la hora de defender al Gobierno.

¿Le molesta que su socio de coalición se desmarque en ocasiones de la acción del Ejecutivo?

Es normal que cuando uno sostiene a un Gobierno que no lidera deje constar algunas diferencias. Es comprensible y lógico. No le doy más importancia porque cuando ha tenido que apoyar al Gobierno lo ha apoyado y lo ha fortalecido. También es su Gobierno. Creo que ambos, tanto Geroa Bai como nosotros, hemos hecho una labor de empatía para entender al otro con sus diferencias.

El Gobierno tiene un claro liderazgo socialista ¿Está equilibrado el reparto de poder interno?

Sí. No hay que mirar solo al Gobierno, también están la presidencia del Parlamento o el senador autonómico. Pero es lógico, y así lo defiende la propia Uxue Barkos, que el liderazgo del Gobierno sea del Partido Socialista, y que tenga manos libres para ejercer. Pero no es un liderazgo autoritario. Es un liderazgo compartido, de escucha activa de los socios y de toma de decisiones también compartida.

¿Ve entonces futuro a la alianza?

Le veo mucho futuro. Creo que todos hemos dado pasos importantes para cambiar la historia política de Navarra, y creo también que esos pasos han sido reconocidos por la ciudadanía. Le veo un futuro muy prometedor, sinceramente.

¿A pesar de las diferencias en materia lingüística?

En materia lingüística había diferencias antes y sigue habiendo diferencias ahora. No nos podemos sorprender por eso. Unos quieren avanzar más de lo que la sociedad navarra ha avanzado, y nosotros queremos ir acompasados con la sociedad navarra. Esa es la diferencia, creo. Porque en la necesidad de cuidar y fomentar el euskera estamos de acuerdo.

Excluir el euskera de la valoración de méritos no parece la mejor forma de cuidar el idioma.

Nuestra postura es clara: Igualdad de oportunidades en el acceso a la Función Pública, asunción de la realidad sociolingüística y no confrontar con el idioma. El euskera debe estar alejado de la confrontación política. Ahí no le van a encontrar el PSN, porque es lo que más daño le hace. Lo hemos comprobado durante mucho tiempo.

¿Entiende que haya euskaldunes que se sientan discriminados cuando se valora más un idioma extranjero que su propia lengua?

También hay una parte de la sociedad que entiende que es discriminatorio valorarlo por encima de otras cuestiones. No hay que olvidar que en la Ribera sólo el 2,6% habla euskera. Y en el acceso a la Administración, con miles de aspirantes y con tan pocas diferencias, hay cuestiones que no son necesarias que lo desigualan. De hecho, en la pasada legislatura tampoco se puntuaba el euskera en la zona no vascófona.

El pasado viernes cientos de personas pidieron al PSN un cambio de postura. Allí estaba buena parte de la bases social que sostiene al Gobierno de Chivite.

Quienes apoyan el euskera deberían valorar más todo lo que este Gobierno está haciendo por el euskera, que es mucho, y no fijarse solo en el acceso a la Función Pública. Forzar situaciones, tanto en lo lingüístico como en lo identitario, acaba siendo perjudicial. Hay muchos campos en los que dignificar, fomentar y visibilizar el euskera.

¿Cómo es la relación del PSN con EH Bildu?

Buena. Estamos en la misma línea de fortalecer los servicios públicos y de priorizar las cuestiones sociales. Creo que han entendido que estamos en un tiempo de colaborar en cuestiones que nos pueden unir.

Al inicio de la legislatura ni siquiera quisieron reunirse con ellos para negociar su abstención. ¿Se han superado ya esos recelos?

Hay que distinguir dos planos. La negociación del Gobierno y la negociación del presupuesto. Ahí es donde sí nos hemos entendido, y donde vamos a seguir hablando. Más allá de eso es difícil. Con EH Bildu todavía nos diferencia un suelo ético muy importante. Tienen que dar muchos pasos para poder llegar a acuerdos con el PSN en cuestiones que no son las presupuestarias.

¿Por qué sostienen a Enrique Maya en la alcaldía de Pamplona?

No sostenemos la alcaldía. Hemos apoyado presupuestos como hemos hecho en otros muchos lugares donde la alcaldía está en manos de EH Bildu o de Geroa Bai. Y lo hemos hecho porque en esta situación de pandemia es necesaria la unidad política y presupuestaria. A partir de ahí, tenemos nuestro propio camino, y en muchas ocasiones coincidimos con los grupos de la oposición, que es lo que somos.

¿La ruptura de Navarra Suma puede facilitar los acuerdos con UPN?

Ellos sabrán qué decisiones tienen que tomar. Pero el PSN es la alternativa de Gobierno de la derecha. Tenemos otros objetivos y otras prioridades, y queremos liderar el Gobierno. Haga lo que haga UPN nosotros vamos a seguir apostando por el camino que emprendimos hace dos años.

¿Qué le parece la oposición que está haciendo Navarra Suma?

Creo que tiene un mensaje caduco, pasado y en descomposición. La propia realidad de Navarra Suma lo demuestra. No hay una orientación política, y ningún mensaje que no sea ETA o Bildu. Solo un seguidismo claro de lo hace la derecha en Madrid. Y esa polarización no es buena para Navarra.

¿Por qué el PSN ha tardado 24 años en recuperar la presidencia del Gobierno de Navarra?

Cada momento tiene situaciones diferentes. El PSN siempre ha tenido clara su apuesta social y territorial para Navarra. Pero es evidente que la existencia de una banda terrorista que mataba personas por pensar diferente ha condicionado mucho la política en toda España, pero sobre todo en Navarra.

¿Han convencido ya al PSOE de que dejar gobernar a la derecha en Navarra no es una posibilidad?

Perfectamente. Y ahí quiero destacar el papel fundamental de Santos Cerdán, que nos está ayudando a que en otros lugares entiendan que no se le puede dar más aire a la derecha con argumentos del pasado. Entre otras cuestiones, porque esos mismos argumentos se están utilizando en otras comunidades. Y allí también están hartos de la utilización permanente de épocas pasadas para intentar asustar a la ciudadanía.

¿Los indultos también se han entendido bien dentro del PSOE?

Sí. Pero más importante que eso, es que se han entendido también en la calle. La sociedad ha visto que la política de confrontación sólo lleva a la división. Sabe que es necesario dar pasos para la convivencia, para fortalecer la unidad dentro de nuestra diversidad, y que el futuro sólo pasa por la empatía . Siempre, claro, dentro de la legalidad y del marco constitucional.

El otoño el PSN celebrará su congreso regional, el primero en 24 años desde la presidencia Gobierno de Navarra. ¿Será tranquilo?

En los congresos siempre hay debate y propuestas diferentes. Pero este va a ser un congreso para fortalecer y llenar de orgullo a las bases socialistas. Y para visibilizar la unidad que ahora mismo tiene el PSN. Somos un partido fuerte que refleja la realidad de nuestra sociedad, que apuesta por seguir liderando el Gobierno desde la izquierda y pegado a las necesidades de la gente.

¿Ramón Alzórriz seguirá siendo el secretario de Organización?

Eso lo decidirá María Chivite. Pero yo estoy cómodo, contento y feliz en este proyecto. Y aunque suene a tópico, estaré donde me lo pida el partido.

“La sociedad valora bien la gestión del Gobierno. Ha entendido cuál era la situación y que había que arrimar el hombro”

“Quienes apoyan el euskera deberían valorar más todo lo que hace este Gobierno y no fijarse solo en el acceso a la Función Pública”

“El PSN es la alternativa a la derecha. Haga lo que haga UPN vamos a seguir apostando por el camino que emprendimos hace dos años”