La firma de la competencia de Tráfico en exclusiva para la Policía Foral, prevista con el Estado para el próximo 1 de diciembre, es solo el principio.

O, mejor dicho, es un punto crucial en un camino que viene de lejos -acelerado desde que en 2018 Sánchez prometió a la presidenta Barkos el traspaso- pero al que le queda todavía mucho trecho por recorrer. Aquí cinco claves a tener en cuenta.

1. EL DOCUMENTO TÉCNICO, TODAVÍA EN REDACCIÓN

El trabajo no para y la semana que viene hay otro hito importante hasta el 1 de diciembre. Tal y como ha asegurado el vicepresidente, Javier Remírez, que ha recogido las palabras de Chivite, será en los próximos días cuando Navarra envíe al Estado la respuesta a la propuesta técnica en la que trabajan ambas administraciones.

El documento aborda detalles pormenorizados sobre el coste o sobre cuestiones operativas, y el Gobierno es optimista de cara al acuerdo. El coste concreto de cada guardia civil de Tráfico y su impacto en el pago del Convenio, para descontarlo, es una de las cuestiones que se negocia.

2. LOS PLAZOS, DETALLADOS EN OCTUBRE

Los plazos también generan incógnitas. Remírez se lanzó a dar una fecha: para finales de mes u octubre el Gobierno estará en posición de dar detalles sobre las condiciones del traspaso y la implantación.

Ya hay certezas: el traspaso será "progresivo" y a largo plazo. La Policía Foral, hoy, no tiene los medios para ejercer la competencia, por lo que la coexistencia de agentes de verde y rojo seguirá mucho tiempo. De hecho, el objetivo es que la Policía Foral pueda ejercer la competencia en solitario en 2025.

3. NAVARRA NECESITA 149 FORALES MÁS

Para eso, Navarra necesita más agentes de Policía Foral: 149 más solo para reforzar Tráfico -la agrupación actual está compuesta por 232 policías-. Es una cifra que va aparte de los 1.200 con los que espera contar el cuerpo autonómico en 2023, según el plan director.

Ese refuerzo vendrá por dos vías: ofertas de empleo público y la famosa pasarela, el mecanismo que prevé la Ley Foral de Policías y por el que agentes de la Guardia Civil pueden solicitar su paso a la Policía Foral. Es un tema muy complejo, porque orgánicamente hay un mundo entre los dos cuerpos. Son, precisamente, ajustes que se están acometiendo en esas propuestas técnicas que se están intercambiando ambas administraciones.

4. LA INFRAESTRUCTURA

Y no solo deben reforzarse los equipos humanos. Navarra y el Estado también trabajan para que la Comunidad Foral pase a encargarse de la recaudación de las multas y las tasas de las autoescuelas, algo que hasta ahora hacía la Jefatura de Tráfico. Eso requerirá más infraestructura, más desarrollo del cuerpo.

De ese dinero, que solo en multas supera los 12 millones al año, una pequeña parte se invertía en seguridad vial. Pero el resto se la quedaba el Estado, tal y como recoge Comptos en su libro sobre el Convenio. A partir de ahora, también será competencia de Navarra gestionar esto.

5. EL COSTE ECONÓMICO

Con todo esto, habrá que organizar la parcela económica. El anuncio de la firma se ha producido en un mes clave. Septiembre se ha fijado como fecha para actualizar el Convenio y empezar a trabajar los Presupuestos de 2022. La competencia afectará a ambos temas: Navarra paga alrededor de 20 millones al año por los servicios de la Guardia Civil -también por su agrupación de Tráfico, con cerca de 200 agentes- y la Policía Nacional, cifra que habrá que reevaluar en el Convenio si el traspaso se lleva a cabo.

Lo mismo ocurre con los Presupuestos, que tendrán que prever los gastos que conllevará la transferencia. "No habrá ningún problema para actualizar el ámbito presupuestario", tranquilizó Remírez.