Navarra Suma ha vuelto a utilizar el euskera como arma arrojadiza contra el Gobierno de Navarra.

El partido de Esparza ha registrado en el Parlamento una enmienda para eliminar de la Ley de Contratos Públicos la disposición adicional decimoquinta, apartado que la derecha asegura en un comunicado que “obliga a las empresas” que contraten servicios de atención al público con la administración a “formar necesariamente” a sus trabajadores en el aprendizaje del euskera.

Se trata de una vieja (y falsa idea) que vuelve a apoyarse en el mito del que vienen los vascos para generar incertidumbre en las empresas a costa de uno de los idiomas propios de Navarra.

En 2018, la CEN criticó la cláusula porque lo vio como una imposición identitaria. UPN le siguió en el argumentario. Pero la crítica no fue, ni de lejos, secundada por el mundo sindical: CCOO, ELA y LAB tildaron las críticas de “polémica artificial”, y señalaron con sorpresa la posición de UGT (cercana a la de la CEN y UPN en este aspecto) porque en anteriores iniciativas sí que habían apoyado planes empresariales de apoyo al euskera.

La ley no es, ni de lejos, tan taxativa como dice la derecha. Basta con acudir al texto. La disposición, encabezada por el título “Incentivar” (no “obligar”, como dice Navarra Suma”), habla de fomentar “la presencia del euskera en los servicios de atención al público”.

Dice así: “Las empresas subcontratadas, cuando el cumplimento del contrato exija un servicio de atención al público, elaborarán un plan de euskera para que los y las personas trabajadoras que ocupen los puestos de atención al público puedan formarse en dicha lengua”.

PLANES Y POSIBILIDADES

Hay dos aspectos clave. El hecho de que se hable de elaborar un plan y que formarse en euskera sea una posibilidad. La disposición ni muchísimo menos obliga a las empresas a tener que enseñar euskera.

Se podrá incentivar (y está por ver de qué manera) a aquellas que hagan planes, que pueden ir desde un sistema de permisos retribuidos para aprender euskera a poner la página web en bilingüe. Nada más.

Sin embargo, la disposición permitió en su día a Esparza a preguntarse si esto se hacía “para que vinieran empresas de Guipúzcoa”, mantra que la derecha foral usa cuando activa el chip ‘que vienen los vascos’.

Ahora, lo que hace Esparza es utilizar el euskera para mostrar su “sorpresa” por el hecho de que el PSN no les acompañe en su petición de que se elimine la cláusula adicional decimoquinta.