Navarra dispone de su primer Plan Estratégico de Convivencia 2021-2024. Elaborado por el Departamento de Relaciones Ciudadanas, a través de la Dirección General de Paz Convivencia y Derechos Humanos, ha sido aprobado por el Golbierno foral en su sesión ordinaria de este miércoles.La consejera Ana Ollo ha destacado que con este plan se culminan "un extenso proceso participativo", con el que se pretente impulsar "la convivencia en una Navarra democrática, plural y diversa".

"Con el documento pretendemos, desde el liderazgo de las políticas públicas, avanzar en una convivencia de calidad, vinculada a valores de impulso de los derechos humanos como la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad y el respeto entre diferentes", ha añadido Ollo, quien subraya que su objetivo final es "cambiar los escenarios de conflictividad e intolerancia, rebajando al máximo los niveles de odio y sus expresiones, evitando discursos discriminatorios y fomentando la diversidad como riqueza".

El plan, recogido en el acuerdo programático para la legislatura, es fruto de algo más de dos años de trabajo y "no se circunscribe únicamente al ámbito del terrorismo y la violencia política, sino que supone asumir y poner en práctica los Objetivos del Desarrollo Sostenible abarcados en la Agenda 2030, que buscan la conformación de comunidades inmersas en una cultura de paz, excluyendo la violencia como herramienta de resolución de conflictos, desarrollando la justicia basada en los derechos humanos individuales y colectivos, y fortaleciendo las instituciones de modo que sean estables y confiables para la ciudadanía", ha dicho la consejera.

El planteamiento es, integral y "basado en una convivencia amplia y multifactorial, porque el objetivo general del Plan es "construir una convivencia en igualdad y libertad en una Navarra democrática, plural y diversa", ha finalizado.

AMPLIA PARTICIPACIÓN

La elaboración del Plan, "fuertemente ligado a la búsqueda de acuerdos y consensos mayoritarios", se ha basado en un amplio ejercicio de escucha y diálogo. En total, se han implicado en su preparación 67 organizaciones pertenecientes al tejido social y 300 personas vinculadas a distintos ámbitos.

El planteamiento dialógico del que ha partido ha permitido identificar las principales debilidades y amenazas, pero también las fortalezas y oportunidades, los retos y las posibilidades de actuación, quedando todo ello reflejado en el detalle del documento, que contempla la implementación y desarrollo de 97 acciones, la mayor parte coordinadas por la Dirección General de Paz, Convivencia y Derechos Humanos, con un presupuesto global de 18.320.500 euros en su periodo de vigencia.

Por parte del Gobierno foral han participado en su génesis 12 áreas: las direcciones generales de Justicia, Educación, Políticas Migratorias, Presidencia y Gobierno Abierto, Protección Social y Cooperación al Desarrollo, y Cultura; Euskarabidea; y los institutos navarros de Administración Pública, de la Juventud, del Deporte y de Igualdad.

SEIS EJES DE ACTUACIÓN

Las actuaciones previstas en el Plan van unidas a seis realidades que coinciden con sus ejes y que, por su complejidad e importancia, requieren de una atención especial y prioritaria: la aplicación de los derechos humanos; la convivencia entre diferentes opiniones e ideologías, identidades, opciones sexuales y de género, visiones laicas y religiosas, culturas y orígenes; el reconocimiento y aplicación de derechos de las víctimas del terrorismo y de la violencia política; la construcción de una memoria crítica e inclusiva; la necesidad de educarnos y aprender para convivir; y la ejemplaridad de las instituciones y su capacidad de ser referentes de convivencia.

En cuanto a la aplicación de los derechos humanos, se apunta específicamente a fomentar las iniciativas institucionales, sociales y económicas que supongan el compromiso con los mismos; impulsar la mejora de la coordinación y eficiencia en el plano técnico y financiero; disponer de un sistema de monitorización relativo a su aplicación; promover y fortalecer la cooperación interinstitucional en este ámbito; impulsar medidas para la formación del personal de la Administración foral en la materia; y fomentar servicios y modelos innovadores de resolución de conflictos en el ámbito de la justicia.

Por lo que respecta a la convivencia en la diversidad, el Plan recoge como objetivos específicos: impulsar nuevas estrategias de acogida y convivencia intercultural; garantizar la libertad religiosa y de conciencia, y el respeto mutuo entre las distintas visiones espirituales religiosas y laicas; lograr aumentar la visibilización y normalización social de la diversidad sexual y de género, eliminando las discriminaciones; fomentar el respeto y reforzar los valores democráticos que encierra el pluralismo identitario, ideológico y de opinión; promover espacios de convivencia entre las distintas realidades lingüísticas de Navarra; y neutralizar el efecto de los discursos discriminatorios, prejuiciosos, difamatorios y de odio contra determinados colectivos de personas.

El eje centrado en el terrorismo y la violencia política contempla también como líneas concretas las de impulsar la aplicación de los derechos de las víctimas del golpe militar de 1936 y de la dictadura franquista; los de las víctimas del terrorismo de ETA; los de las víctimas del terrorismo yihadista; del terrorismo de extrema derecha; y de la cometida por funcionarios del Estado. Asimismo, favorecer el reconocimiento social e institucional de las víctimas del terrorismo y de la violencia política.

El Plan contempla también un capítulo dedicado a la construcción de una memoria crítica e inclusiva que reconozca que la violencia fue injusta y no debió ocurrir. Así, plantea fomentar la investigación histórica y sociológica en torno a las diferentes dimensiones, causas y consecuencias del terrorismo y de la violencia política y que han tenido lugar en Navarra; sensibilizar a la ciudadanía sobre la importancia de una memoria crítica para fortalecer la convivencia; fortalecer los procesos de democratización del espacio público; y crear redes de cooperación, interautonómica, nacional y europea, en torno al desarrollo y transmisión de la memoria democrática.

Las propuestas relativas a la educación para la convivencia incluyen impulsar un proyecto formativo en materia de memoria, convivencia y derechos humanos dirigido a toda la comunidad escolar de los centros educativos de Navarra; promover actuaciones educativas para la convivencia en otros espacios distintos a los centros escolares; fomentar el sentido crítico en el uso de internet y de las redes sociales; y favorecer la cooperación con los medios de comunicación en el trabajo de fortalecimiento de la convivencia.

Finalmente, el documento incluye como objetivo específico fomentar la reflexión social e institucional sobre la ejemplaridad de las instituciones y de las formaciones políticas en el ejercicio del diálogo democrático; así como la reflexión sobre los principales pactos sociales y políticos que necesita Navarra para afrontar las desigualdades y la convivencia entre diferentes; e impulsar un sistema de buena gobernanza para la convivencia.