- España, Alemania y Austria han rechazado la propuesta de la Comisión Europea de declarar las inversiones en energía nuclear y gas natural necesarias para la transición verde.

El borrador plantea dar la calificación de “verde” a los proyectos que sustituyan al carbón y emitan hasta 270 gramos de CO2 por kw/h. Con esta calificación se podrían obtener licencias de construcción hasta 2030, siempre que exista un plan para cambiar a energía renovable o de bajas emisiones antes de finales de 2035.

En respuesta a este borrador, la vicepresidenta y ministra española para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha recalcado que “independientemente de que puedan seguir acometiéndose inversiones en una u otra, consideramos que no son energías verdes ni sostenibles”.

España “es firme defensora de la taxonomía verde como instrumento clave para contar con referencias comunes que puedan ser usadas por inversores para lograr la descarbonización de la economía y alcanzar la neutralidad climática en 2050”, pero admitir la nuclear y el gas natural como su parte “supondría un paso atrás”.

La ministra ha advertido de que “no tiene sentido y manda señales erróneas para la transición energética del conjunto de la UE”.

España admite que tanto la energía nuclear como el gas natural tienen un papel en la transición, pero “limitado en el tiempo”, por lo que deben tratarse aparte y no como verdes, donde están otras energías clave para la descarbonización y sin riesgo ni daño ambiental, ha explicado el ministerio en un comunicado.

Las emisiones de metano de la generación por gas natural y la cuestión de los residuos de la energía nuclear ponen en cuestión la inclusión de ambas tecnologías dentro de la taxonomía verde de la UE. “Supone una señal errónea para los mercados financieros y no aporta la necesaria claridad para enfocar los flujos de capital hacia la economía descarbonizada, resiliente y sostenible prevista en el pacto verde europeo”, insiste el ministerio.

El Gobierno austriaco y responsables del Partido Socialdemócrata alemán, núcleo de la coalición de Gobierno en Alemania, han rechazado también la propuesta de la CE.

Desde el Ejecutivo austriaco de conservadores y ecologistas, la ministra para Acción Climática, Leonore Gewessler, avisa en su cuenta de Twitter de que “como estos planes se pongan en marcha tal y como están redactados, vamos a denunciarlos”.

Gewessler acusa a la Comisión Europea de hacer un “lavado de cara” y asegurado que “la energía nuclear es peligrosa y en modo alguno representa una solución en la lucha contra la crisis climática”.

También el líder adjunto de los Socialdemócratas en el Parlamento alemán, Matthias Miersch, ha declarado que “Alemania debería agotar todas las posibilidades a la hora de evitar la promoción de esta tecnología a nivel europeo” porque “la energía nuclear es insostenible y no tiene sentido, desde un punto de vista económico”, dado el coste del almacenamiento de residuos y de la incapacidad para financiar nuevas plantas sin “enormes subsidios de por medio”.

“El futuro solo debe pertenecer a las energías renovables, especialmente a nivel europeo”, afirma Miersch, cuyo partido está en coalición con los Verdes y los liberaldemócratas, a DPA. “Si añadimos estos posibles subsidios a la energía nuclear, el resultado sería una distorsión enorme de la competitividad”, asegura.

“Una amenaza real”. Greenpeace criticó ayer la propuesta de la Comisión Europea. “Promover estas formas de energía tóxica y costosa durante las próximas décadas es una amenaza real para la transición energética de Europa”, manifestó la directora de programas de la sección europea de Greenpeace, Magda Stoczkiewicz.

12/01

Los Estados miembro y la Plataforma sobre Finanzas Sostenibles tienen hasta el 12 de enero para responder a la propuesta. Entonces la Comisión preparará una ley delegada que será enviada a los países y al Parlamento Europeo para su debate.