- Navarra va a destinar cerca de 8 millones de euros para sacar adelante un plan de acogida de personas migrantes, así como una serie de programas -en colaboración con los ayuntamientos- para mejorar la convivencia intercultural. Es la partida más sustanciosa prevista en el I Plan de Convivencia de Navarra, recientemente aprobado por el Gobierno y en el que la consejería de Relaciones Ciudadanas, dirigida por Ana Ollo, ha trabajado durante más de dos años.

El plan, que tiene seis ejes y va mucho más allá de la atención a las víctimas de todas las violencias -como explicaba este domingo en este periódico la propia consejera-, dispone de 18 millones de euros para tres años.

Pues bien, 8 millones, de largo la partida mejor dotada, se utilizarán exclusivamente para un capítulo denominado "convivir en la diversidad", que propone "promover procesos de transición hacia nuevos modelos de convivencia basados en el reconomiento mutuo y la consideración positiva de la pluralidad y la diversidad", como se explicita en el propio plan. Una inversión importante para una materia sensible, y que debe cuidarse porque la población navarra sigue creciendo en los municipios riberos -con Tudela a la cabeza- por la llegada natural de personas migrantes.

Pero, además, Navarra lleva más de un lustro siendo una de las comunidades que más esfuerzos ha hecho para ser una tierra de acogida, ofreciéndose y dando recursos a la llegada de asilados políticos -primero de Siria y ahora de Afganistán- y personas en riesgo de vulnerabilidad.

Un vistazo al desglose de actividades de la memoria económica sirve para hacerse una idea de la importancia que le ha dado el plan a que culturas diferentes convivan bien. La principal partida consigna 6.370.000 euros para el "diseño y puesta en marcha de un plan de acogida destinado a las personas migrantes que llegan a Navarra". Lo desarrollará la dirección general de Políticas Migratorias -dependiente de la consejería de Eduardo Santos-, que viene trabajando desde hace tiempo en la misma línea -hace poco se presentaron otras actuaciones similares-.

Pero es que la segunda partida más cuantiosa también tiene que ver con la acogida. El Gobierno de Navarra va a destinar un millón de euros en tres años para "fomentar el compromiso de las entidades locales con el desarrollo de actuaciones, planes y servicios que fomenten la convivencia intercultural, a través de convocatorias anuales de subvenciones para luchar contra el racismo y la xenofobia". Es decir, convenios con ayuntamientos para construir la convivencia desde los pueblos, algo que ya se hace desde las comisiones de convivencia que muchos consistorios de corte progresista han puesto en marcha, sobre todo en poblaciones que concentran una población muy heterogénea, con muchas procedencias y culturas distintas.

Hay más. 600.000 € servirán para elaborar un plan de lucha contra el racismo que incluya la prevención y la atención a las víctimas del racismo y la xenofobia, algo que también se hará desde la dirección general de Políticas Migratorias.

Y la última gran actuación tiene consignada 270.000 € para darle un impulso a la "nueva estrategia integral de convivencia intercultural que afronte los retos de convivencia planteados actualmente entre distintas realidades culturales en Navarra". Luego hay otras actuaciones, menores por dotación económica, pero interesantes: 18.000 € para crear foros entre distintas confesiones religiosas -a través de la dirección general de Paz y Convivencia- y 105.000 € en dos proyectos distintos para "acción contra la discriminación por diversidad sexual". En total, todo el capítulo tiene 8,5 millones, pero es significativo que casi todo el presupuesto se vaya a recursos de acogida y de convivencia, en tiempos en los que la pandemia y las restricciones alientan tiranteces y actitudes más irascibles entre la población. Incluso ha crecido el índice de criminalidad.

El plan también destina 4,5 millones a aplicación de Derechos Humanos, casi un millón para las víctimas de la violencia política, dos millones para construcción de memoria crítica y otros dos para educación.