“Vienen tiempos duros”. Lo advirtió el pasado domingo Pedro Sánchez, y lo reiteró ayer el PSN, que hace suyo un mensaje que empieza a preparar el terreno ante lo que pueda venir. Porque las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania se van a notar en toda Europa, y por supuesto también en Navarra. Tras el brexit y la pandemia, ahora toca lidiar con una guerra en las puertas de casa. Un drama humanitario que tiene también consecuencias económicas que poco a poco se van a dejar notar en el día a día de los ciudadanos. No está claro cuándo ni cómo terminará la guerra, pero pocas dudas quedan ya de que sus efectos nos van a afectar a todos. “Estamos viendo ya escasez en productos básicos, desabastecimiento de suministros y ERTE en empresas. Son cuestiones que afectan a la economía navarra, al empleo, a la Hacienda Foral y cómo no a los recursos públicos”, destacó ayer la portavoz del PSN, Ainhoa Unzu.

Hay una preocupación evidente, tanto en el Gobierno como en el Parlamento por los efectos de una guerra con múltiples derivadas. Demasiadas. Los problemas con las materias primas afectan ya a las empresas navarras. General Mills anuncia un ERTE para centra de 800 trabajadores en su planta de San Adrián por la falta de aceite de girasol importado de Ucrania, habrá nuevos problemas con los suministros y la crisis energética se va a traducir en un aumento de la inflación, que ya venía disparada, mermando el poder adquisitivo de los ciudadanos.

El buen comportamiento de la recaudación durante el pasado año da cierto aire a la Hacienda Foral, que cuenta con margen de endeudamiento y con ayudas europeas para sostener el presupuesto de este año, que se había elevado hasta un máximo histórico. Pero apenas deja margen de maniobra para imprevistos, y no está claro que se pueda ejecutar en su totalidad si la coyuntura económica resiente también los ingresos.

Demasiadas incertidumbres, a las que se suma la llegada de cientos de refugiados a Navarra, muchos de ellos menores, que el Ejecutivo se prepara para acoger y que van requerir de un esfuerzo adicional. Un escenario que ha puesto en alerta al Gobierno foral, que asume que las próximas semanas, -y posiblemente los próximos meses-, van a ser difíciles de gestionar.

En el Palacio de Navarra se impone por ahora la prudencia. Se ha creado un grupo interdepartamental para empezar a trabajar una respuesta coordinada, y se aguarda a que el Gobierno central vaya marcando los pasos a seguir. “En primer lugar está la emergencia y el ámbito humanitario. Y luego están todas esas consecuencias económicas, que son francamente preocupantes”, señaló ayer la portavoz socialista, que no obstante consideró que “es temprano para decir qué medidas se van a asumir por parte de los distintos gobiernos”.

En cualquier caso, y a diferencia de las primeras grietas que se han dejado ver en el Gobierno central a cuenta del apoyo militar a Ucrania, el Ejecutivo autonómico se mantiene cohesionado. Podemos e Izquierda-Ezkerra mostraron ayer su discrepancia con el envío de armas, una estrategia que consideran “fracasada”, Pero evitaron elevar el tono tras la tensión del fin de semana entre PSOE y algunas portavoces de Unidas Podemos. “Es necesaria más diplomacia y menos armas”, argumentó Mikel Buil. Ambos grupos llevarán este jueves al pleno una pregunta al Gobierno sobre la crisis ucraniana, pero centradas en sus efectos económicos y sociales. “Es necesario contener este aumento tan disparatado, progresivo y alarmante de los precios que se acelera”, señaló Marisa de Simón.

En ese línea plantean acciones parlamentarias Geroa Bai y EH Bildu. “En estos momentos la urgencia está en la crisis humanitaria, pero muy cerca está, sin duda, la que se deriva como crisis energética o alimentaria”, apuntó Uxue Barkos, que advierte de la “crisis global” que puede provocar la guerra. Un escenario que también preocupa a Adolfo Araiz, que pregunta al Gobierno foral si prevé “algún tipo de modificación o disminución de los ingresos tributarios derivados por estas consecuencias económicas”, de la guerra.

Porque ese es el debate que se va abrir a partir de ahora. Cuáles son las medidas necesarias para paliar los efectos económicos de la crisis, con el riesgo de una nueva recesión. Y cómo se financian. Tras dos años de pandemia, y la perspectiva electoral en el horizonte, el margen de movimiento no será muy amplio.

Interdepartamental. El Gobierno de Navarra ha conformado una comisión interdepartamental para coordinar las necesidades de esta emergencia humanitaria y definir de manera precisa las funciones, las responsabilidades y las aportaciones que cada departamento puede hacer para dar una respuesta solvente a los retos que la crisis en Ucrania plantea en la Comunidad Foral, así como canalizar las innumerables muestras de solidaridad y ofrecimientos de la ciudadanía. El grupo de trabajo está presidido por María Chivite, junto con los dos vicepresidentes, Javier Remírez y José Mari Aierdi. Y cuenta con presencia de los departamentos de Salud, Educación, Vivienda, Derechos Sociales y Relaciones Ciudadanas.

“La guerra va a afectar a la economía, al empleo y a los recursos públicos. Vienen tiempos difíciles”

Parlamentaria del PSN