- La principal preocupación que tiene ahora en mente el nuevo presidente del PP es el reto que emerge de manera más cercana: las elecciones previstas para este año en Andalucía. Y eso se ha notado en el reparto de los cargos internos. Con la Comunidad de Madrid y la siempre incendiaria Isabel Díaz Ayuso, Alberto Núñez Feijóo quiere sellar la paz prometiendo un congreso autonómico que la encumbre en mayo, y que la lideresa no pudo arrancar a Pablo Casado pese al pulso cainita que provocó esta crisis en el PP estatal. Pero Madrid ya no será lo que era, o lo que quería ser, en la cúpula del PP estatal y en el reparto de vicesecretarías que se conoció ayer, donde solo se lleva una y no es una persona del entorno de Ayuso. Parece un cortafuegos para que la madrileña no se haga más fuerte de lo necesario. Una de cal y otra de arena, aunque Madrid controlará la política territorial. El premio, aun así, se lo llevan Andalucía y los colaboradores que se lleva desde Galicia.

Feijóo ha conformado un núcleo duro más reducido e integrado por personas de la máxima confianza del nuevo presidente del PP. Personas con perfil gestor y con escasa proyección a nivel estatal. No ha dejado una sola pieza sin mover en el tablero de las vicesecretarías del partido, y ha dejado ver también con estos movimientos el estilo que quiere implantar a nivel de discurso. Ha reemplazado al equipo de Casado y ha reducido a cinco el organigrama, frente a las anteriores seis vicesecretarías.

Feijóo ha tirado de su equipo de colaboradores habituales para situar al gallego Miguel Tellado al frente de la vicesecretaría territorial, que se encargará de los asuntos internos del partido; encumbra como jefe del área económica al consejero andaluz Juan Bravo, con fama de contable y perfil gestor que ha aprobado tres Presupuestos en un territorio que se asoma a las elecciones; y ha colocado como cuota madrileña el fichaje de Pedro Rollán, que ocupará la vicesecretaría local y de comunidades autónomas, de manera que dirigirá la política territorial del PP, algo clave y que nadie desdeña.

Pero Ayuso podría haber esperado más (solo Alfonso Serrano es de su entorno y queda muy por debajo en el escalafón, como vocal). Pero se felicitó por el ascenso de Rollán, quien fuera en su momento el alcalde más votado del Estado, como regidor de Torrejón de Ardoz. Fue presidente provisional de Madrid tras la marcha de Ángel Garrido, y participó en el gabinete de Cifuentes.

Estos movimientos dan aún más peso a la posibilidad de que renueve la portavocía del Senado para reemplazar a Javier Maroto por algún colaborador de Mariano Rajoy. Se habla ya de lo bien posicionados que están Rafael Hernando, Carlos Floriano, Fernando Martínez Maíllo y José Manuel Barreiro. El senador ha estado en el ojo de la polémica casi desde el primer momento, por su empadronamiento en Sotosalbos, en Castilla y León, para acceder a esta Cámara pese a su vida ligada a la política vasca y como exalcalde de Gasteiz.

Mientras se prepara para su reunión con Pedro Sánchez el próximo jueves, Feijóo ha tomado decisiones como eliminar la portavocía que ocupaba el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida. Como cabía esperar, ha reservado un puesto a Esteban González Pons, tras haber ejercido estos días como presidente del comité organizador del congreso que lo ha entronizado. Será el vicesecretario institucional e internacional. Ya se conocía que Elías Bendodo será el coordinador general, y este movimiento confirma el peso que está ganando el andaluz Juanma Moreno en el PP.

El área de políticas sociales será para Carmen Navarro, diputada por Albacete pero con una trayectoria de letrada a sus espaldas en la Comunidad de Madrid. Estas cinco vicesecretarías completan su núcleo duro, junto a nombres que ya se conocían, como el del coordinador general Elías Bendodo, o el de Cuca Gamarra como secretaria general. Al margen de las vicesecretarías, se lleva consigo como responsable de proyección e imagen a Mar Sánchez, y Marta Varela será su jefa de gabinete. Ya han trabajado en el círculo de confianza del gabinete de Feijóo en la presidencia de la Xunta.

Colaborar, pero no decir sí a todo. Feijóo se comprometió ayer a realizar una oposición institucional y con propuestas para “no fallar” a los ciudadanos y ser alternativa al Gobierno actual.

Durante la primera reunión del Comité Ejecutivo del PP, se comprometió a decir que sí al Gobierno de Sánchez cuando considere adecuadas las propuestas, pero avisó: “No nos pueden pedir que digamos que sí en contra de nuestros principios y criterios”. Sigue exigiendo una rebaja fiscal para apoyar el decreto anticrisis.