pamplona - La Clínica Universidad de Navarra (CUN) está construyendo en su sede de Madrid una Unidad de Terapia de Protones para el tratamiento del cáncer. Una radioterapia que contará con la tecnología de la firma japonesa Hitachi -que se instalará por primera vez en Europa, si bien está presente en once centros de referencia internacional en este ámbito- y que permitirá “una mayor precisión y menos toxicidad”, explicó ayer el director general de la CUN, José Andrés Gómez Cantero, quien estimó que “en el primer trimestre de 2020” podrán tratar al primer paciente.

La terapia de protones, indicaron desde la clínica, “es la modalidad de radioterapia externa más precisa contra el cáncer. Intensifica la radiación en el tumor (más radiación en menos tiempo) y es la modalidad que más tejido sano preserva y menos efectos adversos tiene”. En esta línea, señalaron que esta nueva tecnología “está especialmente indicada para pacientes pediátricos y pacientes mayores con otras enfermedades, así como adultos con enfermedades oncológicas situadas en las zonas más sensibles a la irradiación, como el cerebro, la médula espinal, los ojos, etc”.

El director general expuso que “hasta ahora las instalaciones de protonterapia eran inmensas. Eran carísimas -casi 200 millones- y muy grandes. Estamos hablando de muchos metros de altura, búnkeres enormes, con un coste de mantenimiento que hacía imposible la sostenibilidad económica de esa instalación”. No obstante, prosiguió, “la tecnología ha ido mejorando, se han ido compactando esos búnkeres y ahora tienen un tamaño grande, pero se pueden meter dentro de un hospital”, además de que “se puede sostener económicamente”. Concretamente, la unidad ocupará 3.600 m2 de la parte destinada al Centro del Cáncer en Madrid.

por qué en madrid Teniendo en cuenta que este tratamiento, apuntó Gómez, está “indicado para muy poquitos tumores” -la Sociedad Española de Oncología Radioterápica calcula que son unos 700-800 al año-, que en Madrid es donde hay más pacientes que se pueden beneficiar de esta tecnología, que presenta mejores comunicaciones y que el otro acelerador que se va a poner en el Estado se va a instalar allí -lo tendrá Quirónsalud-, se decantaron por esta sede.

Con esta inversión, que ronda los 40 millones -sufragados por antiguos pacientes que han adquirido la maquinaria y se la van a alquilar a la clínica-, la CUN se sitúa en “la vanguardia” completando “todos los tratamientos que se pueden ofrecer a los enfermos oncológicos”, indicó Gómez. Destacó que llevan años siguiendo esta tecnología, que les parece “muy importante” porque “va a reducir la toxicidad y va a mejorar los resultados”, por lo que prevén que en el futuro se amplíen las indicaciones. Además, les permitirá formar parte del grupo de investigación que hay alrededor de ella, donde están “hospitales de referencia a nivel mundial”.

Terapia de protones. Se fundamenta “en un tipo diferente de radiación a la de la radioterapia convencional. Mientras esta última se basa en un haz de rayos X (fotones), la protonterapia utiliza un haz de protones que permite dirigir de forma más precisa la radiación contra el tumor. Esto se debe a que, por sus características físicas, los protones no sufren alteraciones en su trayectoria mientras penetran en el tumor, consiguiendo depositar la mayor parte de su energía en esta zona”, explicaron.

Contacto con Salud. Desde la CUN manifestaron su voluntad de que este tratamiento “sea accesible a los pacientes de la sanidad pública, muy especialmente a los pacientes de Navarra”. De hecho, indicaron que el proyecto se presentó al consejero de Salud, que fue “el primero en tener conocimiento” y su intención es avanzar en esa línea. “Como ahora mismo no existe esta tecnología en España -si bien se va a instalar en otro centro más, además de la clínica-, queremos ofrecerlo a la sanidad pública, llegar a un acuerdo con las distintas comunidades autónomas para que puedan derivar a pacientes”, dijo José Andrés Gómez.

Coste. La CUN calcula que este tratamiento será “entre un 20 y un 30% más caro que el de radioterapia convencional”.