PAMPLONA - Miles de personas se manifestaron ayer en Pamplona para pedir la eliminación de la zonificación de la Ley del Euskera para conseguir su oficialidad en toda Navarra. La manifestación, convocada por la asociación impulsora del euskera Kontseilua, comenzó dividida en tres columnas que pedían igualdad, cohesión y justicia para unirse después en el acto de cierre con una concentración en la explanada de la Estación de Autobuses de la capital.

El frió y la amenaza de lluvia no impidió que miles de personas salieran a la calle. Tal y como dijo Paul Bilbao, secretario general de Kontseilua, en un discurso sobre el escenario que se montó para culminar el acto, se demostró de nuevo que “ el deseo de vivir en euskera es el mismo con buen o mal tiempo, con el viento en contra o de cara”.

LA HORA DE ACTUAR Kontseilua opina que desde el cambio político en Navarra, las instituciones no han sabido aprovechar el viento favorable para cambiar la ley del euskera y ahora “es el momento de que los políticos demuestren que son diferentes a los que gobernaban antes”. Bilbao apuntó que la sociedad civil ya ha hecho “su trabajo” movilizándose, y ahora “les toca a los políticos actuar”.

El secretario general de Kontseilua definió la actual ley como “injusta” por otorgar un nivel de oficialidad al euskera en “función de los euskaldunes de cada zona”, que se traduce en “distintos derechos”.

Las diferencias lingüísticas legales entre los distintos territorios de Navarra estuvo simbolizada por tres columnas de manifestantes que portaban un tercio del mapa de Nafarroa y que juntaron al final de la marcha.

tres valores Unai Arellano, Nekane Otamendi y Saioa Crespo fueron los encargados de leer tres discursos en torno a los valores de cohesión, igualdad y justicia como lema de cada una de las columnas. Otamendi exigió igualdad y preguntó que “si todas somos navarros, ¿por qué somos tratados de manera distinta en materia lingüística?”.

Arellano subrayó que “la cohesión posibilitaría la ruptura de una tensión” generada por la antigua Ley del Vascuence y que “sigue sin resolverse con la actual Ley del Euskera”. En este sentido, lamentó que el actual marco legal “impida coser Navarra”.

Para ello, Saioa Crespo pidió “nada más y nada menos que justicia y democracia”. La encargada de leer el discurso que reivindicaba justicia denunció que la “asimetría” legal entre los navarros y navarras provoca una “normalización de la injusticia”. Crespo subrayó, no obstante, que “no es natural la injusticia que sufren los navarros y navarras” y, por lo tanto, “no se puede dejar en manos de la suerte o la casualidad la garantía de los derechos”.

Paul Bilbao cerró los discursos destacando la diversidad de los colectivos que se unieron a la reivindicación, “demostrando que no está en juego solo el euskera, sino también la justicia, la cohesión y la igualdad”.