pamplona - La estadística global que ofrece la Memoria de la Fiscalía navarra de 2017 sobre la delincuencia de menores expone un balance satisfactorio, puesto que los menores denunciados en la Comunidad Foral durante el pasado año por protagonizar alguna conducta delictiva han bajado por primera vez en varios años del millar. En total fueron 985 los menores denunciados, siendo 766 varones y otras 219 mujeres. Según consta en las bases de datos judiciales, 820 de esos menores son de nacionalidad española y 165 de otras nacionalidad, y en cuanto a las franjas de edad 359 cometieron algún delito entre los 14 y los 15 años, mientras que otros 387 lo hicieron cuando contaban 16 y 17 años. El descenso de la delincuencia de menores en Navarra ha sido de una relevancia notable, puesto que se trata de una bajada del 26%, ya que en 2016 se alcanzó además una estadística tremenda, con hasta 1.339 menores denunciados por la comisión de delitos.

La Fiscalía, órgano que instruye en la jurisdicción de menores estos procedimientos, concreta, una vez que se rasca en las cifras totales, alguna particularidad que también es paradójica. Así como desciende el número total de asuntos, crecen los delitos por conductas violentas como pudieran ser las agresiones (delitos de lesiones) y los robos con violencia. En este último caso, el Ministerio Público destaca que el inicio del pasado año fue complicado en la materia debido al repunte en las denuncias por delitos de robos con violencia e intimidación a residentes en el barrio de San Jorge de Pamplona, debido a la reiteración de este tipo de infracciones y en tanto las víctimas eran menores de edad. La alarma social que se podía haber desatado a este respecto cesó al ser interceptados los autores de los robos, también menores, e intervenirse con ellos hasta que se dictaron medidas judiciales de internamiento semiabierto.

expedientes de reforma Si bien la delincuencia protagonizada por menores de edad siempre ha tenido en Navarra un carácter escasamente violento -así lo constató un estudio elaborado hace unos años por varias especialistas de Derecho, Psicología y Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra-, el pasado ejercicio sí que se constató un aumento de los delitos graves. En este sentido, el año anterior terminó de la peor manera posible, cuando se conoció que el 19 de noviembre había desaparecido un joven de 26 años, Wilman Paul Cabrera, cerca del río Aragón en Caparroso. Fue asesinado por una prima suya, menor de edad, y que le asestó 39 cuchilladas. La menor fue condenada esta pasada primavera a siete años de internamiento cerrado en centro de reforma y cuatro años más de libertad vigilada. Además de dicho crimen, durante el año 2017 se produjo un incremento de los menores denunciados por agresiones, es decir, por delitos de lesiones (205 diligencias durante el pasado año por los 198 que hubo en 2016 y los 156 de 2015); e igualmente de aquellos que fueron denunciados con motivo de robos violentos (78 en 2017 por 48 en 2016 y 47 en 2015) o delitos de drogas (20, más del doble que el año anterior). Estas conductas son las que más expedientes de reforma generan entre menores.

hurtos de bicis y móviles, lo que más En el otro lado de la balanza, al menos los delitos de violencia familiar (normalmente agresiones a padres y madres o a hermanos, fueron 42 en 2017 por 63 en 2016), así como los delitos de violencia machista (se quedaron en 8), descendieron en la jurisdicción de menores. Los delitos más frecuentes cometidos por los menores de 18 años en Navarra son aquellos que atentan contra el patrimonio (203 en 2017), es decir, hurtos como tipología delictiva debido a la poca entidad de lo sustraído. En este ámbito delincuencial, la Fiscalía observa que continúa al alza la sustracción de bicicletas, “si bien ha cambiado la modalidad delictiva ya que se han reducido las denuncias por robos en trasteros, para aumentar, resultando más frecuentes, las denuncias por hurtos de bicis en la calle. La facilidad de la venta en el mercado de segunda mano tanto de la bicicletas como de sus piezas ha influido de manera clara en el incremento de estos delitos, que, en general, se tramitan como delitos leves y tienen una respuesta en forma de condena de medida en tiempo abierto (no se les aplica internamiento en casos así)”. Igualmente, otro tipo de hurto que no cesa entre los menores y va a más es el de los teléfonos móviles. A este respecto, la Fiscalía subraya que en el caso de móviles y bicicletas se dan similares circunstancias, puestos que son artículos “que han incrementado su demanda de compra, son fáciles de vender a través de la venta privada y de portales de páginas web con escaso control sobre el origen y procedencia de los objetos”, destaca la Memoria.

La mayor parte de las sentencias alcanzadas en el Juzgado de Menores fueron dictadas, como es habitual en esta jurisdicción, de conformidad, y la Fiscalía entiende que “sería deseable mayor agilidad en iniciarse el expediente de ejecución, ya que las medidas en régimen abierto suelen sufrir retraso. En todo el capítulo de medidas impuestas durante el pasado ejercicio, un total de 373, resaltan las alternativas que se ofrecen en la jurisdicción de menores para que las infracciones de estos tengan una consecuencia proporcionada a su actuación. De este modo, 109 de esas medidas fueron para que realizaran prestaciones en beneficio de la comunidad, otras 105 fueron medidas de libertad vigilada y en total se impuso a 68 la realización de tareas socioeducativas. A 54 se les expedientó como un internamiento semiabierto, a 7 con permanencias en centro durante el fin de semana y a diez se les impuso convivencias en grupo educativo.

el quebrantamiento El pasado año se retiró la acusación contra menores en nueve juicios, algunas por la falta de pruebas y otras por interpretaciones judiciales en las que se ha ido asentando un criterio de la Audiencia en ese sentido. Así, se refiere a menores que cometen quebrantamientos de condena por no retorno al centro de reforma para cumplir un internamiento. En aquellos casos en los que el propio centro impone una medida sancionadora al menor por los mismos hechos la Audiencia mantiene que no se puede condenar al menor, “justificando la absolución en la conveniencia de evitar una reacción punitiva desproporcionada teniendo en cuenta que por los mismos hechos ya fueron sancionados desde el centro y la nueva medida resultaba menos gravosa”, expuso la Sección Primera. La juez de Menores sigue dicho criterio, con lo que la Fiscalía se vio obligada a interesar que no se impongan medidas en estos particulares casos.