totalán (Málaga) - Las dificultades técnicas que han surgido durante el encamisado del pozo paralelo al de Julen, el niño de dos años que cayó hace más de una semana en un pozo de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en Totalán (Málaga), han provocado que los operarios tengan que sacar los tubos de la galería de 60 metros, cuya perforación concluyó este lunes a las 20.30 horas, tras 55 horas de trabajos.

Así, ha habido dificultades técnicas en el entubado del pozo tras superar los 40 metros de profundidad. Hay una cierta desviación y los tubos no sobrepasan esa cota y, ante el riesgo de que puedan quedar atascados, se ha decidido sacarlos para preservarlos en perfecto estado, han precisado desde la Subdelegación del Gobierno.

En este sentido, se han barajado varias opciones para reconducir la situación y se ha optado por la más segura: rellenar el pozo con tierra fina, de manera que se volverá a perforar con un engrosamiento un poco mayor. En estos momentos no es posible dar una estimación de tiempo.Estas tareas de entubado se preveían concluir en 12-14 horas pero ahora se ha ralentizado, de modo que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa no podrán aún acceder a dicha galería vertical paralela.

Los trabajos, como vienen sucediendo desde hace nueve días, han seguido sin descanso. Otra de las mayores dificultades en el entubado es encajar la ventana desde la que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el pequeño. En esto se estiman unas 24 horas.

El equipo de ocho mineros bajará de dos en dos en la cápsula diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno; y fabricada por dos herreros malagueños.

Los operarios han empleado 55 horas para la finalización de la galería vertical de 60 metros de profundidad, lo que supone una velocidad de 1,1 metros a la hora, que se ha visto ralentizada en ocasiones por la gran dureza de los materiales. Como se ha venido indicando estos días por parte de los técnicos, se está ejecutando, a contrarreloj, una auténtica obra de ingeniería civil.