PAMPLONA - Una de las fuentes de información más importante para la gestión de la población de jabalíes es la que aportan los cazadores a partir de los resultados de las jornadas de caza, dado que las capturas son un índice de referencia en el seguimiento de la abundancia de la especie. Y en este caso los datos también marcan cifras récord: el número total de jabalíes capturados en la última temporada 2017-18 fue de 9.867, la cifra más alta de toda la serie histórica.

El Gobierno de Navarra ha venido trabajando conjuntamente con todas las cuadrillas de cazadores de jabalí desde el inicio de la década de los años 80, “lo que ha permitido disponer de una larga serie de datos de 38 años, donde se refleja la evolución de la especie en la Comunidad Foral y se aprecia una tendencia claramente al alza”.

La cifra récord alcanzada en la temporada de caza 2016-2017, en la que se computaron 8.218 capturas, fue pulverizada durante la temporada de caza 2017-2018, al alcanzarse los 9.867 jabalíes abatidos, lo que supone un incremento del 20%. La actual temporada 2018-2019, que se inició el pasado 15 de agosto y concluirá a finales de febrero (como novedad este año se podrá cazar también entre el 1 de abril y el 31 de julio), se prevé que vuelva a registrarse un nuevo máximo. “La caza es la única herramienta eficaz que tenemos para controlar la sobrepoblación de jabalíes. Por ello desde la Administración estamos intentando flexibilizar los periodos de caza y facilitar la actividad cinegética”, explica Salomé Hernando, del Servicio de Medio Natural, quien destaca que “es cierto que los cazadores son cada vez más eficaces”.

El presidente de la Federación Navarra de Caza, José Ángel Remírez Arana, advierte de que “nos encontramos en una situación preocupante y es necesario reducir la cabaña de jabalíes al menos a la mitad”, para recalcar que “los cazadores tenemos una obligación moral y estamos haciendo todo lo posible para realizar el mayor número de capturas posibles”.

Desde el colectivo Ecologistas en Acción, Eduardo Navascués, admite que “desgraciadamente la caza es la única herramienta para gestionar la población de jabalíes. Es una especie que no cuenta con un depredador natural y encuentra alimento fácil por el tipo de agricultura de regadío que tenemos en Navarra. Así que la solución es difícil”, indica Navascués, quien reivindica, en cualquier caso, “las buenas prácticas cinegéticas”.

Refugiados en LOS MAIZALES La Asociación de Cazadores de Navarra (Adecana) vinculaba recientemente el incremento de ejemplares con el aumento de maizales en el sur de la Comunidad Foral. “Al instalar amplias superficies principalmente de maizales, lo primero que ha ocurrido es que lógicamente los jabalíes han invadido estas zonas al adecuárseles unas amplias zonas donde tienen tranquilidad y abundante comida”.

Por si esto no fuera suficiente, afirman los cazadores, todo se recrudece aún más cuando se recolecta el maíz -entre mediados de noviembre y finales de enero-, ya que al entrar la maquinaria recolectora en las parcelas para recoger la cosecha “las dejan desprovistas de cualquier cobertura vegetal, lo que provoca que cientos de jabalíes que estaban habitando dentro de los maizales que ocupan hasta los mismos lindes de las carreteras, tengan que huir, lo que ocasiona todavía más accidentes” y “un desplazamiento de animales hacia otras zonas de Navarra que tengan zonas de monte donde puedan guarecerse”. - J.M.S.

Una amenaza QUE SE APROXIMA

Enfermedad vírica. Miles de jabalíes serán sacrificados en Francia en las próximas semanas cerca de la frontera belga, después de que en ese país se hayan detectado 296 casos positivos al virus de la peste porcina africana (PPA). La PPA, que avanza a pasos agigantados por toda Europa, es una enfermedad muy agresiva, ya que cuando infecta a un cerdo o jabalí es letal en el 90% de los casos, dado que no hay tratamiento ni vacuna eficaz así que los animales mueren con los pulmones encharcados y una hemorragia interna. El sacrificio es la única opción para atajarlo. Durante el mes de junio de 2018 la UE prohibió el envío de jabalíes silvestres entre estados miembros y hacia terceros países. En Navarra, los servicios de Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra trabajan “en coordinación para reaccionar ante cualquier alarma sanitaria”, recalca Salomé Hernando, del Servicio de Medio Natural del Ejecutivo foral.