Mi mente ha ido configurando una senda adimensional, incorpórea, por la que pasea una y mil veces cierta canción alentadora, que, entre otras cosas dice: “Con cada paso que doy, me hago más fuerte y SUPERVIVO”. Esa canción surgió de un corazón solidario, y ahora, centenares de afectadas como yo, cantamos con orgullo, determinación y esperanza.

Mi “Ductal Infiltrante de Mama”, había conseguido extenderse con rapidez y encono como si tuviera urgencia en tal empresa. Me preguntaba: ¿qué diablos había hecho yo para merecerlo? En fin, decidí asumir la situación, y para ello me propuse recopilar y poner en marcha todas aquellas estrategias aprendidas en numerosos talleres llevados a cabo en los años previos a la enfermedad y que mostraban el modo de afrontar el día a día y también las épocas en que vinieran “mal dadas”.

Intentaba arrinconar esa frase tan repetida por ciertos facultativos ante un cáncer agresivo, que dice: “El final es sólo cuestión de tiempo”. Y mientras arrinconaba tal declaración, me llegaba el informe de un buen amigo, experto en aparatología oncológica, indicándome que los nuevos mamógrafos son bastante menos peligrosos que los hasta ahora empleados, lo cual me alegraba enormemente pensando en las nuevas afectadas o quizá aspirantes a serlo.2 Era hora de comenzar a emplear todos los utensilios a mi alcance; utensilios de diferente índole, pero, que, dada su gran valía, eran difíciles de situar por orden en una escala categorial. Ahí estaba mi vecina, que casi a diario me preguntaba por mi dolencia, repitiéndome constantemente: “No pasa nada, y si pasa se le saluda”.

También se hallaba a mi lado un buen amigo médico de familia que me recordaba permanentemente: Procura tener bien firmes los tres pilares básicos de la salud, que son la nutrición, la respiración y el pensamiento”. Entre tanto, como pequeña diablesa destructiva, afloraba en mi mente la frase: “El metastásico no se cura”. Pero yo, rápidamente, la diluía como un azucarillo en una tetera hirviente Qué no decir del grupo de gimnasia terapéutica dentro de mi Asociación de Lucha contra el Cáncer: no es un grupo; es una familia. El buen humor y las ganas de mejorar son como dos escalones con alfombra roja. Día tras día observamos agradecidas los rostros sonrientes y alentadores de nuestras psicólogas. Una buena noticia surge de improviso: “Una enferma desahuciada ha podido al fin recuperarse de modo inexplicable. Tal circunstancia ha llevado a sus doctores a manifestar que se trata de un nuevo caso de remisión espontánea”. Ya? En la pléyade de amistades de anchos corazones, se hace sitio una de nuestras fisioterapeutas, cuyos abrazos de oso parecen querer asegurar nuestra supervivencia, de forma indefinida.

3 Es de esperar que ante la pregunta de las pacientes tras la confirmación de la enfermedad o después de la extirpación del carcinoma y que dice: “Y ahora, ¿qué, doctor?”, la respuesta esté cada vez más cargada de conocimiento para sugerir actuaciones adecuadas con el fin de mantener firmes los pilares básicos de la salud a que se refería aquel amigo médico. Aparece en escena una doctora, no para hacernos un seguimiento, sino para cargar nuestras pilas con su testimonio: Ella estaba afectada por un metastásico, y prácticamente desahuciada. Decidió informarse en profundidad sobre todos los utensilios habidos y por haber, y tras una titánica lucha, ha conseguido recuperarse, hasta hallarse ahora, “más limpia que la patena”.

Por ello, en éstos momentos dedica muchos de sus días a contar su experiencia, lanzando a los cuatro vientos su “Supervivo” particular. En el ambiente, un parpadeo: PREVENCIÓN - PREVENCIÓN. Obviamente, si nuestros hábitos son adecuados, las posibilidades de enfermar se reducirán de forma extraordinaria.Otra diablesa se cuela en mi mente: “Si tuviste cáncer de mama, la posibilidad de recurrencia y metástasis no te abandona”. Pero yo no le doy permiso de residencia, y la expulso ipso facto.¡Qué agradables resultan las sesiones de drenaje linfático llevadas a cabo por las linfoterapeutas de nuestra asociación! Sus manos son como arcos de violín que interpretan melodías en forma de arrastre. Una nueva diablesa aparece: “Una sola célula puede propagarse y crecer hasta convertirse en un tumor”. Portazo en las narices y a otra cosa.

4 Aquellas afectadas sumidas en el desánimo y la desesperanza y a las que acompaña la pereza para actuar, pueden, -usando la jerga deportiva-, hacer un calentamiento previo, repitiéndose frases como: “La recurrencia a la metástasis no es algo que no tenga esperanzas” O: “Muchas de las afectadas consiguen vivir mucho tiempo”. Frases que son la antesala de sólidas autoafirmaciones futuras, rebosantes de optimismo y que acabarán brillando como mil soles. ¿Y la respuesta ciudadana a la hora de participar en las carreras solidarias para recaudar fondos destinados a la investigación? No hay palabras para definir esa marea rosa que llena las calles. Marea que acaba desembocando en una plaza donde un par de monitoras de zumba recibe con los brazos en alto a los participantes como queriendo abrazar el conjunto, e iniciando en breves momentos el baile, cuya carga energética ahuyenta a buen seguro cualquier avanzadilla que en forma de emisarios tumorales quisiera colarse en los pechos de aquellas mujeres alegres.

¡Ah!, recorde - mos que una vida sedentaria, aumenta en un sesenta por ciento el riesgo de contraer la enfermedad. Puedo constatar que la percepción y la valoración del acontecer diario, ha sufrido un vuelco espectacular en mi vida, haciendo buena aquella frase tan escuchada de: “Tras la experiencia con un cáncer, se valoran las cosas de modo diferente”. Cuánto agradezco a la voz de mi conciencia, que, llena de autoridad, me “comisiona” para que haga llegar a mis compañeras de enfermedad, el mensaje claro y contundente de que “esto se supera”. Y con el mensaje, un singular estrambote con mayúsculas que dice: ES PRECISO HACER LOS DEBERES. Deberes que serán sugeridos por aquellos profesionales que entienden de esto y conocen el poder extraordinario de la voluntad. Urge incrementar el porcentaje de afectadas que llevan a cabo dichos deberes y que a día de hoy tiene aún mucho margen de mejora.

5 El pasaje de la canción “? con cada paso que doy me hago más fuerte y SUPERVIVO”, aparece de nuevo en mi mente. Como dice uno de los terapeutas de nuestra asociación, “Luchemos duro contra éste “bicho” dañino y perturbador. Casi podríamos acabar con él, de un soplamocos. Aunque cuando se empeña, tenemos que emplear con él, un duro bate de béisbol en forma de quimio o radio. Pero lo dicho: si mantenemos firmes las columnas básicas de la salud señaladas, si hacemos los deberes, ese bate de béisbol irá sustituyéndose por una más liviana vara de avellano, y finalizará en apenas una ligera batuta de director de orquesta”.

La canción continúa: “?aprendí a celebrar la vida?”Y en mi aprendizaje una luz bañó mi cuerpo e iluminó mi mente, a la vez que activaba dentro de mí, un mensaje que con rotundidad y en lo que se refiere a la relación sexual, señalaba la necesidad de abordar el problema rápidamente, de frente, y anulando cualquier intención de mantenerlo en silencio; suprimiendo de un plumazo aquellas afirmaciones que indican la incompatibilidad entre sexo y cáncer. Por supuesto, ciertos fármacos pueden interferir, por supuesto que en mujeres post-menopáusicas ciertos inhibidores llegan a tener efectos negativos. Pero elevemos el ánimo sabiendo que las mujeres que dejan su actividad sexual no suman mucho en el cómputo general. Debemos saber que existen medidas para resolver el tema. Es posible que nos encontremos con un rechazo al contacto físico; pero dependiendo dónde se ubique la aguja indicadora del marcador “amistad ? afecto ? amor ? cariño”, ese rechazo puede desaparecer como por ensalmo.Y la canción: “?aprendí a regalarme el tiempo?”

6Tanto antes como en la propia menopausia, las relaciones sexuales pueden ser satisfactorias, ya que la sensibilidad sexual permanece casi siempre. Si ya somos menopáusicas y notamos cambios emocionales y físicos, podría ser bueno recordar a Tagore cuando dice: “Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas”. Demos un vuelco de una vez por todas a la estadística instalada durante años, que nos señala que sólo una minoría decide enfrentarse al problema, que un cincuenta por ciento de las afectadas tiene alguna disfunción sexual, debido al tratamiento, al cambio de la imagen corporal o por la reacción ante el diagnóstico. Expresemos nuestras preocupaciones, hagamos saber nuestras preferencias, compartamos nuestros sentimientos, y todo ello mejorará nuestras relaciones. Y todas aquellas que no tienen pareja estable y están inquietas ante el rechazo, pueden repetirse con orgullo: “Soy como soy”.

Preguntada una pareja sobre si se había producido algún cambio en su relación debido al cáncer, la contestación era que había aumentado mucho, el cariño; el amor, dicen, ya estaba: pero ahora hay más cariño.“?Yo, que me aprendí a querer?” De pronto, una ráfaga en forma de párrafo irrumpe en mi mente: “La vejez podría quitarme de bailar, el cáncer no”. Es la manifestación de una gran bailaora que sufrió la enfermedad . Pasa el párrafo, y ocupan su sitio tres palabras: REAPRENDER A VIVIR. Mirad por donde, nuestra enfermedad ayuda a agitar el diccionario de la lengua. A buen seguro, el académico Reverte sonreiría recordando aquellas otras palabras que él tuvo que

7“inventarse” en sus crónicas guerreras como corresponsal. Porque ésta nuestra, es una dura batalla, y aquí estamos nosotras; en primera fila. Esas tres palabras desaparecen, y dan paso a otras: RESILIENCIA ? ESPADA DE DAMOCLES ? EMPODERAMIENTO. La primera nos habla de la capacidad para superar la adversidad; la segunda hace referencia al estado de ánimo tras el diagnóstico; y la tercera nos muestra el camino desde la pasividad hasta la determinación y lucha decidida.“? He aprendido a tenerme en cuenta?” ¿Sería mucho pedir que nuestros médicos nos expliquen mejor los procesos antes de las intervenciones? Por fa? Y ¿qué hay de nuestra imagen? Las diseñadoras de una empresa dedicada a la creación de prendas para afectadas, señalan que la principal preocupación de éstas es “que las miren por la calle”. Por tanto, dichas diseñadoras intentan crear prendas que permitan el mantenimiento de nuestro propio estilo.

Así, tanto con turbantes como con otras prendas nos sentiremos bien en cualquier ocasión. Cualquier ocasión, cualquier circunstancia: ¿Pasa algo si a las pocas semanas de soportar una mastectomía con reconstrucción rápida con prótesis se decide volver a intervenir al necrosarse el tejido por la radiación? Pues pasa, que reconstruyen nuevamente, y a la otra mama se le ayuda un poco, elevándola. Ya lo ves; tú no querías verte sin pecho, ¿no? Pues eso. ¿Y el resto de nuestro cuerpo? La verdad es que resulta ser un gran proveedor: material de repuesto en los muslos, la espalda? o el Diep, cada vez más habitual. En fin, parte de mí, para mí.Continúa la canción: “? hoy estreno mis ojos nuevos?”

8Es emocionante comprobar cómo muchas de nuestras socias, afectadas o no, se reúnen un par de veces por semana para confeccionar las llamadas “almohadas del corazón”, que posteriormente regalan a las que se hallan hospitalizadas, como muestra de ánimo sincero. Son almohadas en forma de corazón, un corazón que se halla presente de mil formas en cuantas actividades llevamos a cabo y cuyo máximo exponente es aquel, auténtico, que late esperanzado en el pecho de las mujeres que, formando una piña, no cesan de llevar a cabo centenares de trabajos diversos. Ahí están las integrantes del grupo de voluntariado, las del grupo de danzas, las de la coral?Queridas, no dudemos un instante en expresar nuestras preocupaciones. Seguro que muy cerca se halle de nuevo otro corazón deseoso de llevarnos en volandas, haciendo buena aquella cita que manifiesta que, cuando las cosas no se conocen, el diálogo se puede extender hasta el infinito; pero que cuando se conocen, todo se resume en un guiño cómplice.Una de nuestras socias comentó que conocía unos poetas que forman un terceto y suelen actuar en diferentes eventos.

Estaban deseosos de actuar ante nosotras, por supuesto sin ánimo de lucro. Lo harían de mil amores, sobre todo al considerar que ésta lucha que nosotras mantenemos día a día, merece reconocimiento, apoyo y homenaje. Y además, ese nuestro esfuerzo que ellos conocen a través de cantidad de testimonios, representa para los tres, una entrañable fuente de inspiración. Y ahí estuvieron, combinando poesía y humor, como mecenas distribuyendo toneladas de bálsamo confortadorComprobamos esperanzadas cómo últimamente se está trabajando de firme en el área de la INMUNOTERAPIA. Tengo un buen amigo, investigador ya jubilado, que está feliz con ello, toda vez que él y un grupo de colegas, hicieron hace décadas,

9trabajos en los que se intentaba “pastorear” linfocitos, por medio de un complejo procedimiento. Desgraciadamente, aquella iniciativa tuvo que ser abortada por causas, sobre todo de índole económica. Pero ésta vez, el desarrollo de la Inmunoterapia, “ ha venido para quedarse”, empleando la jerga actual.Y la canción: “?Ahora, cada mañana es una oportunidad?” FIN