PAMPLONA - Un pastor del valle de Urraúl Alto ha presentado una reclamación patrimonial contra la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) por el ahogamiento de 623 ovejas y otras 45 cabezas de ganado como consecuencia de la crecida del río Aragón registrada el 7 de abril de 2018. El demandante reclama al organismo gestor de la cuenca del río Ebro 140.610 euros de indemnización por considerar que es responsable de la rotura de las motas que causaron que se inundara la parcela en la que se encontraba el rebaño y el consecuente ahogamiento.

El demandante, junto con un hermano que falleció a los cuatro meses del suceso, tenía arrendada al Ayuntamiento de Cáseda la corraliza de Santa Fe que abarca desde el puente de Cáseda, hasta la margen izquierda del Río Aragón, hasta la margen de la muga de Aibar, señala la demanda. Desde hace más de 25 años, el ganado de estos pastores, que en el momento de los hechos tenían un rebaño de 713 cabezas, se cobijaba en la primavera y gran parte del año durante la noche en una parcela del Paraje de Campoallen.

El 8 de abril de 2018, cuando uno de los pastores se dirigió sobre las 9.00 horas a sacar el rebaño descubrió que la mayor parte había desaparecido al ser arrastrado por el río Aragón. Únicamente encontró a salvo 41 ovejas y 4 cabras que estaban aisladas en los árboles de la chopera del río y en la zona más alta de la mota que circunda la parcela, de modo que en total perecieron ahogadas 623 ovejas, 11 cabras, 32 moruecos y 2 boques.

DESAGÜE DE ITOIZ Y YESA La demanda confeccionada por el abogado pamplonés Jesús Alfaro y presentada el 8 de octubre de 2018, recoge que la causa de la mortandad fue el desbordamiento del río Aragón, como consecuencia “por un lado en el desagüe desorbitado efectuado por la Confederación Hidrográfica del Ebro de los pantanos de Yesa e Itoiz que nutren de agua a gran parte de la geografía navarra, amén claro está de las lluvias caídas a lo largo de la semana”, que provocaron que se acumulara “un caudal desorbitado en el río Aragón por el desagüe de los pantanos de Itoiz y de Yesa, añadido al curso natural de la lluvia caída durante esos días”.

En este sentido, el demandante recalca “la gravísima imprudencia de la Confederación Hidrográfica del Ebro, soltando el agua de los pantanos, sin ningún aviso a nadie, ni Ayuntamientos, ni a personas”. Asimismo, sostiene que la CHE “descuidó el mantenimiento de las motas construidas artificialmente en la propia parcela”, aledaña al río.

DOCE METROS DE DIQUE ROTOS En la reclamación se argumenta que, repasando la ribera del río Aragón, “nos encontramos como la misma Confederación Hidrográfica del Ebro construyó una mota en el campo de fútbol de Cáseda, y justamente con la existencia bien mantenida de esa mota, al campo de fútbol no entró ni gota de agua proveniente del río Aragón, prueba evidente que fue la mota sin mantenimiento y con la pérdida de la masa del dique en al menos doce metros, fue lo que provocó el gravísimo siniestro acontecido en el patrimonio de mis representados”.

El pastor demandante valora en un total de 100.610 euros las 668 cabezas de ganado perecidas, a los que añade otros 20.000 euros por el lucro cesante, “habida cuenta que la generalidad de las ovejas estaban en estado de gestación”. Igualmente “hay que añadir a todo ello la pérdida de subvenciones de la PAC”, que han estimado en 20.000 euros por año, dando como resultado que “las pérdidas inmediatas ascienden a la suma de 140.610 euros”.