pamplona - Cerca de 3.000 escolares de Infantil y Primaria estudian en las 72 escuelas rurales existentes en Navarra. Estos centros responden a las demandas educativas de un colectivo de familias y alumnado, poco numeroso, que no permite una escuela graduada completa de ahí que agrupen a escolares de distintas edades. El número de niños y niñas que acude a estas escuelas se ha mantenido estable en este último lustro, y la distribución por modelos lingüísticos ha variado en favor de la enseñanza en euskera. En la actualidad, la mitad de estos alumnos de 3 a 12 años estudian en escuelas de modelo D mientras que el 26,8% cursa sus estudios en castellano y el 23,6% lo hace en centros que ofrecen el Programa de Aprendizaje en Idiomas (PAI). Estos escolares son atendidos por un total de 604 docentes fijos e itinerantes.

En la actualidad, en la Comunidad Foral, según el Informe del Consejo Escolar de Navarra, hay un total de 225 centros públicos y concertados de Infantil y Primaria. En 114 pueblos hay sólo una escuela (siempre pública), once localidades tienen dos, en ocho hay tres, en dos (Barañáin y Villava) existen cuatro, en Burlada hay seis y en Tudela siete. Pamplona se lleva la palma con 44 colegios. Aunque la escuela rural se escapa a una definición cerrada, tal y como se recoge en el Informe del Consejo Escolar de Navarra, si se tienen en cuenta ciertas características la conclusión es que existen 72 escuelas rurales.

ocho o menos grupos El término ruralidad hace referencia al vínculo que establece una comunidad con un espacio concreto, trasciende el hecho de vivir en una zona determinada y supone una forma de identificación con ella. Esta es una de las ideas que aparecen en el monográfico sobre escuelas rurales elaborado por el Consejo Escolar de Navarra. La escuela rural, dice este estudio, “contribuye de manera importante a crear un espacio de servicios y comunidad en los que está presente”. Responde a las demandas educativas de un colectivo de padres y madres, que no suele ser muy numeroso, que no permite una escuela graduada completa.

Se consideran escuelas rurales aquellos centros que, además de estar situados en zonas rurales, tiene ocho o menos grupos de alumnado (a partir de nueve tienen un grupo por edad y ya no se consideran rurales aunque estén en zona rural). La característica fundamental para ser una escuela rural, explican desde el departamento de Educación, es que tengan escolares de varias edades en un mismo grupo, lo que llaman aulas multigrado.

La peculiaridad de la ruralidad y de la escuela rural, según el monográfico, exige una metodología didáctica diferente a la que se utiliza en las escuelas habituales de ámbitos más urbanos. Una especificidad que fomenta los espacios de coordinación y colaboración del profesorado de las distintas zonas de la Comunidad Foral, que llegan, en algunos casos, a constituir equipos docentes intercentros para compartir un mismo proyecto educativo. En la actualidad, un total de 604 profesionales (fijos e itinerantes) dan clase en las escuelas rurales.

crece el euskera Según datos del departamento, este curso un total de 1.470 escolares están inscritos en escuelas que imparten sólo modelo D (enseñanza en euskera), lo que supone la mitad de los 2.971 alumnos. El 26,8% (799) acude a centros de modelo G (castellano) y modelo A (castellano con asignatura en euskera) mientras que el 23,6% restante (702) estudia en programas PAI.

El número de alumnos inscritos en escuelas rurales se mantiene estable si bien por primera vez en seis años ha caído ligeramente por debajo de los 3.000 alumnos debido, señalan desde Educación, al descenso de la natalidad. La distribución por modelos ha variado en favor de la enseñanza en euskera D. Así las cosas, en el curso 2012-13, según datos del Consejo Escolar, el modelo G (castellano) agrupaba al 45% del alumnado (1.409) mientras que un 43% iba a escuelas rurales de modelo D y el resto, 336 alumnos, a centros combinados.