la sanidad pública ha sido tradicionalmente uno de los logros más apreciados y mejor valorados por los ciudadanos en nuestra sociedad. Hace unos años Navarra se felicitaba por tener la mejor sanidad del Estado Español.

A día de hoy, sin embargo, no podemos decir lo mismo. Y no sólo porque la inversión haya sido insuficiente, que sí, sino porque lo invertido no ha sido gestionado y aprovechado para mantener un sistema de alto nivel.

Las elecciones están cerca y, por lo que parece, Geroa Bai y sus socios de gobierno ya las dan por perdidas. Nosotros, al menos, es lo que interpretamos por la actitud de este gobierno y de su consejero, señor Domínguez, en materia de sanidad.

Los médicos navarros estamos hartos de soportar un deterioro progresivo en la forma en que debemos afrontar nuestro día a día, lleno de trabas, burocracia y con un deterioro en nuestras condiciones económicas agravado a lo largo del último decenio. Su respuesta ha sido negar la existencia de problema alguno y “dejarlo pasar”. Suponemos que quiere decir “para lo que me queda en el convento, el que venga detrás ya apechugará?”.

No nos sorprende su actitud desde la visión del político. Pero sí, quizás, el que haya olvidado tan pronto lo que supone enfrentarse cada día a esta profesión (que también es la suya) infravalorada por esta Administración. En cuanto el señor Consejero se ha alejado de la trinchera se ha olvidado de las preocupaciones y realidades que conforman el día a día en el que nos desenvolvemos los médicos.

Y lo que, sobre todo, nos sorprende, es que la presidenta, Uxue Barkos, trague con esta actitud de desidia y desprecio hacia el colectivo profesional que sostiene el sistema sanitario, haciendo que la bola de nieve que cae cuesta abajo crezca hasta el extremo de poder aplastar el propio sistema. Parece claro que ella también ha dado por perdidas las próximas elecciones. Da la impresión de que la solución la quieran dejar para el próximo gobierno que salga en tres meses.

El colectivo médico no suele ir a la huelga. Si ahora se ha decidido a decir “¡basta ya!” ha sido porque el cúmulo de agravios e insatisfacciones ha llegado a un punto insoportable para la gran mayoría de profesionales. No tiene nada que ver con ideologías políticas, nos da igual el color del gobierno actual, del anterior y del que venga. La mayoría de sindicatos ni nos apoyan ni apoyarán jamás (debemos de ser la clase privilegiada que no merece ser defendida). Ha llegado el momento de parar y reflexionar hacia dónde queremos llegar. Si lo que se busca es la desaparición del sistema público de salud y la atención precaria del usuario vamos por el camino correcto y no debemos parar. ¡Dejémonos caer por la pendiente! Si, por el contrario, queremos mantener y mejorar lo que tenemos y que nuestros profesionales (de gran valía en la mayoría de los casos) no acaben en el burn out o en la migración hacia otros territorios (del Estado o fuera de él), tendrán que ofrecernos soluciones concretas a nuestras legitimas reivindicaciones, que son perfectamente asumibles por el Gobierno de Navarra, para que podamos seguir trabajando con el fin de mantener la sanidad navarra y de los navarros en el lugar del que nunca debió salir.

Los médicos del centro de salud de Tudela Este (16 FACULTATIVOS):

ANDRES SANTOS, ESTHER/BELTRAN CORNAGO, ANA MARIA/BLASCO GIL, ROSA/BUENO LOZANO, MERCEDES/BURGALETA SAGASETA, ANA/DOSANTOS HERNANDEZ, JAVIER OSCAR/ESPARZA CACERES, MARTHA/GONZALEZ CASTELLANO, IGNACIO/GUERRA MARTINEZ, Mª PAZ/LAPLAZA JIMENEZ, Mª TERESA/LORENTE URZAIZ, ROBERTO/MARQUES SALDAÑA, Mª DOLORES/MARTINEZ HERNANDEZ, MONTSERRAT/MERINO MUÑOZ, FERNANDO/TORROBA ARLEGUI, IZASKUN/VISCOR ZARATE, SARA