PAMPLONa - La primera denuncia interpuesta ante la Guardia Civil (luego hubo otra en la Policía Foral) por un exalumno del Colegio Diocesano Nuestra Señora Del Puy por los abusos sexuales cometidos entre el 3 de septiembre de 1962 y 1968 sobre su persona, y sobre tres niños más, por parte del que fuera primer director y fundador de la institución, José San Julián Luna, ha sido archivada por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella. El denunciante expuso que el religioso cometió tocamientos por debajo del pantalón al salir al estrado. El auto de la jueza recuerda que en la propia denuncia se expone que el presunto autor del delito denunciado ha fallecido, por lo que conforme establece el artículo 130.1 del Código Penal, la responsabilidad penal se extingue por muerte del reo, por lo que se declara extinguida la acción penal por la muerte del investigado.

Sin embargo, para no cerrar el procedimiento, la jueza deja abierta la subsistencia de una posible acción civil en el caso de que Koldo (nombre ficticio de este primer denunciante de 64 años) quisiera emprenderla contra los herederos y causahabientes de San Julián (en ausencia de herencia, aquellos a los que se hayan cedido los derechos). En este apartado, se tendrá que esclarecer la herencia del padre San Julián para ver si le constan herederos directos o bien pudo haber dejado alguna propiedad para el Colegio que fundó o para el Arzobispado. Dicha acción civil solo podría encuadrarse como la reclamación de una indemnización económica para que el perjudicado reclamara los daños y perjuicios que considera que le causaron. - E.C.