PAMPLONA - Una camarera de un bar situado en el Casco Viejo de Pamplona auxilió el lunes a un cliente que había entrado en colapso respiratorio y que recuperó la respiración después de que la mujer le golpease varias veces en el pecho. El hombre, ya recuperado, fue trasladado en una ambulancia al Complejo Hospitalario de Navarra (CHN).

Los hechos ocurrieron sobre las 14.30 horas del lunes en el comedor del bar Catachu, situado en el centro de la capital navarra, donde trabaja Izaskun Navas, de 37 años y vecina de Pamplona. “Yo estaba dando el servicio cuando un cliente que estaba comiendo se sintió mal y pareció que se atragantaba. La mujer que estaba sentada con él se levantó y empezó a quitarle la ropa y me pidió algo para abanicarle. Vi que el hombre, de entre 60 y 70 años, empezó a toser y que se empezaba a ahogar, y se caía al suelo” relató la camarera, que estudió Auxiliar de Enfermería hace años.

En un momento, el hombre “se quedó bloqueado con los ojos cerrados y sin respiración. Así que reaccioné dándole varios golpes en el pecho, cuatro o cinco, hasta que consiguió recuperar la respiración”, relató Izaskun. “Volvió a abrir los ojos y pareció que el hombre reaccionaba, aunque seguía tosiendo. Debió atragantarse con sus propias flemas”, añadió la trabajadora del bar, que “al ver que el hombre se atragantaba y se asfixiaba, pegué un grito a mi compañero para que llamara a la ambulancia”.

La camarera, que afirma que “fue todo muy rápido, no me dio tiempo ni a tomarle el pulso: reaccioné por instinto, dándole varios golpes en el pecho para que reaccionara. Para cuando vino la ambulancia el hombre ya estaba en pie y bastante recuperado”, quita mérito a su actuación. “Tanto él como su mujer me dieron las gracias, porque ella veía que se le iba, y en el momento me quedó una sensación satisfactoria, aunque con escalofríos en el cuerpo. Si no hubiera hecho nada, no sé qué habría pasado, pero lo cierto es que había dejado de respirar y se estaba asfixiando. Me alegro de que todo saliera bien”, concluyó.