Pamplona volvió a ser escenario de tensión política tras los disturbios ocurridos el jueves en los alrededores de la Universidad de Navarra, donde estaba previsto un acto del ultra Vito Quiles que finalmente no llegó a celebrarse. Los enfrentamientos, que se saldaron con cinco heridos y momentos de tensión, han desencadenado un cruce de acusaciones entre el PSN y UPN, con duros reproches mutuos sobre la responsabilidad de lo ocurrido.

El PSN-PSOE condenó “con rotundidad” los altercados y exigió una rectificación a los dirigentes de UPN y del PP por haber “tratado de vincular al partido con los incidentes”. La secretaria de organización socialista, Esther Iso, defendió el compromiso de su formación “con la convivencia y el respeto”, y lamentó “las imágenes de enfrentamiento y odio que se han producido”. Iso afirmó que “la violencia y el odio no son el camino” y recordó que su partido ya había advertido de que la visita de Quiles podía “romper la convivencia de nuestra ciudad”.

Iso trasladó además su solidaridad al periodista agredido y a la comunidad universitaria, y recalcó que el PSN “no está ni con unos ni con otros, porque los extremos son los que acaban generando estas situaciones”. La dirigente socialista tachó de “falsas y graves” las acusaciones de UPN y PP, a quienes reprochó “intentar sacar rédito político de unos hechos que deberían unirnos en la condena de la violencia”. “La derecha navarra está cada vez más mimetizada con la extrema derecha”, advirtió.

Desde la oposición, la presidenta de UPN, Cristina Ibarrola, responsabilizó directamente al PSN de ser “cómplice de la vuelta de la kale borroka, del terrorismo callejero y de la violencia fascista abertzale” a las calles de Pamplona. En declaraciones a los medios, condenó “rotundamente” las agresiones contra ciudadanos, periodistas y agentes de policía, al tiempo que trasladó su apoyo a las víctimas y su reconocimiento a las fuerzas de seguridad.

Ibarrola acusó a la izquierda abertzale de “seguir alentando el odio y la violencia” y señaló al Partido Socialista de Navarra como “corresponsable” por su alianza con EH Bildu. “No se puede ir de la mano de Bildu para todo por mero interés partidista; eso es entregar la ciudad y contribuir a la agitación”, afirmó. Según la líder regionalista, los mensajes difundidos en redes por dirigentes socialistas “han contribuido a ese clima”.

La presidenta de UPN también criticó al alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, por su “tibieza” y le pidió “menos fotos y más hechos” en la condena de los actos violentos. “La violencia no tiene sitio en Pamplona y quienes vienen exclusivamente a provocarla no tienen cabida en una ciudad democrática”, subrayó.

Con los ánimos caldeados y la convivencia en el centro del debate, la polémica amenaza con prolongarse en el plano político. Mientras el PSN insiste en que “la responsabilidad es de quienes promueven la crispación”, UPN exige “una condena clara y un cambio de rumbo” al Gobierno de Navarra y al Ayuntamiento de Pamplona.