pamplona - Como sostiene el director del Banco de Sangre y Tejidos de Navarra, José Antonio García Erce, “tenemos que incrementar la donación de aféresis para tener productos especiales”, porque “cada vez necesitamos más plaquetas y necesitamos también fármacos que a fecha de hoy no somos capaces de fabricar industrialmente”. De hecho, en los últimos cinco años las donaciones de este tipo en la Comunidad Foral se han quintuplicado, pasando de 282 en 2014 a 1.428 en 2018. No obstante, el Banco de Sangre se marca como objetivo alcanzar las 2.000 extracciones este año y, progresivamente, llegar a 2.500 en 2020 y 3.000 en 2021. Para ello, junto con Adona (Asociación de Donantes de Sangre de Navarra), está inmerso en una campaña de captación de nuevos donantes entre el colectivo actual de voluntarios activos.

La donación por aféresis permite con unas máquinas semiautomatizadas obtener cualquier componente sanguíneo, si bien, como apunta García Erce, “nosotros lo utilizamos principalmente para la obtención de plasma y para cubrir en momentos necesarios del año la demanda importante que tenemos de plaquetas”, ya que “tenemos dos centros de alta complejidad, dos centros punteros muy próximos -el Complejo Hospitalario de Navarra y la Clínica Universidad de Navarra-, que hacen mucha actividad quirúrgica, de trasplantes, cuentan con un gran número de pacientes oncológicos, que son los que más consumen plaquetas”. Así, ante la demanda creciente de plaquetas y sobre todo de fármacos de origen humano, el Banco ha optado por potenciar la donación de aféresis. “Necesitaríamos cuatro o cinco veces más cantidad de donantes convencionales y, además, con una complejidad y desperdicio de parte. De esta manera, somos más selectivos, somos mucho más eficientes y, encima, le ponemos menos riesgo al donante”, explica García.

El Banco de Sangre, que en su día fue pionero en esta técnica, dispone actualmente de 350 donantes de aféresis o al menos voluntarios que han sido objeto de un estudio para serlo. “Nuestro objetivo es poder recuperar en los próximos años la cifra de 500 donantes” que hubo en su día, para que “de forma regular donen 4-5 veces al año, combinándolo con la donación normal, y poder asegurarnos esa necesidad que tenemos”, afirma.

Con este tipo de donación se pueden obtener “más de veinte productos diferentes”, aunque en este momento Navarra necesita, entre otros, inmunoglobulina inespecífica, para tratar inmunodeficiencias congénitas, pacientes trasplantados o con esclerosis múltiple; albúmina factor 8 para la hemofilia A o la enfermedad de Von Willebrandt; o antitripcina 1 para una enfermedad congénita que no es capaz de fabricar esta proteína y que, por ello, los afectados sufren infecciones pulmonares repetitivas.

Total año y por sexo

Año 2014282 (254 H / 28 M)

Año 2015609 (578 H / 31 M)

Año 2016614 (573 H / 41 M)

Año 2017816 (772 H /44 M)

Año 20181.428 (1.422 H / 6 M)

Renovación. Los requisitos para ser donante por aféresis son básicamente los mismos de un donante de sangre habitual: ser mayor de edad y menor de 65, con más de 50 kilos de peso y sano. “Buscamos que al menos haya donado 5 veces o más de forma regular, porque nos interesa que haya una continuidad, y que tenga un buen acceso venoso”, señala García Erce, quien indica que el donante actual es “muy veterano -la media son 50 años- y está muy comprometido, pero tenemos que ir poco a poco renovando a estos donantes”.