tafalla - Al menos seis tractores y dos furgonetas acabaron con las ruedas boca arriba en el Cidacos. Ayer los destrozos en Rufino Ojer, establecimiento de venta y reparación de tractores situado en la entrada norte de Tafalla, eran evidentes. “Esto fue un desastre. En poco tiempo subió mucho el cauce del río y nos tiró las puertas, tanto de la exposición como del patio, con 90 centímetros de agua en el taller y dejando todo a flote. Tanto tractores de la campa que han ido al río, como todo lo que se puede ver dentro del taller”, decía el jefe de taller Ángel Labiano, que lleva 23 años en la casa.

“Estábamos cerrando, la gente se empezó a ir y nos quedamos dos compañeros viendo cómo evolucionaba el desastre”, recuerda. No esperaban que fuera para tanto. “Sobre las siete y media por la carretera ya bajaba un palmo de agua, pero luego cesó. Entonces lo dimos por acabado. Y a la hora o así... otro viaje, pero fue una subida súbita. De un palmo pasó a casi un metro. La sensación dentro del taller era escalofriante. Se veía moverse la furgoneta del taller sola, los tractores del patio, las cosas de la exposición, las taquillas... inexplicable”. Pasaron la noche ahí “intentando buscar algún guardia de seguridad por mantener un poco ordenadores, oficinas y demás. Y hemos estado durmiendo un poco, si se puede decir, arriba en una oficina de un compañero”, dijo.

“La pelea está asegurada con los seguros, porque de los tractores del taller, la mayoría ha superado los 90 centímetros por lo menos. Hay que sacar el aceite del cárter, soltar inyectores, mirar cómo están los pistones... y supone mucha mano de obra y mucho tiempo”. Eso sí, no duda de que volverán a levantarse. “Por todos los medios esto tiene que funcionar y estamos en campaña. Hay que seguir dando el servicio que dábamos”. Y agradeció el apoyo de “la gente que nos conoce, que se ha involucrado con la ayuda”. - M.B.