PAMPLONA. La Guardia Civil de Navarra ha localizado recientemente a los presuntos autores de un delito de receptación de animales, tras tener en su poder tres cabritos que fueron sustraídos en la localidad portuguesa de Penedo y que acabaron en un santuario de animales ubicado en la Merindad de Sangüesa.

Con motivo de los incendios sucedidos durante el verano y principios de otoño de 2017 en Portugal, multitud de voluntarios tanto portugueses como españoles se trasladaron a las localidades más devastadas por los incendios con el fin de colaborar en labores humanitarias.

Varias de estas personas, integrantes de una ONG animalista, aprovechando que todo el mundo se encontraba comiendo, hurtaron tres cabritos, los cuales y según los afectados, significaban una esperanza para esa aldea, ya que eran lo único que habían podido salvar tras el desastre, siempre según la Guardia Civil.

La investigación de este delito fue asumida por el Equipo de Seprona de la Guardia Civil de Navarra, debido a su especialización en la investigación de hechos similares, desplazándose al lugar en diferentes ocasiones y realizando las inspecciones necesarias.

La colaboración ciudadana, junto a la de la Guardia Nacional Republicana de Portugal, "unido a la pericia de los agentes investigadores" hizo que se estrechara el cerco de búsqueda, ubicándose en la Comunidad Foral.

Tras diversas indagaciones sobre el posible lugar dónde se encontraran las cabras, finalmente fueron localizadas en el santuario 'Corazón Verde', ubicado en un paraje de la Merindad de Sangüesa. Se realizaron varias inspecciones, no pudiendo ninguno de los encargados de dicho lugar certificar la procedencia legal de dichos animales, siendo incautadas las tres cabras, las cuales carecían de número crotal aunque sí estaban inscritas y poseían su número. Posteriormente fueron trasladadas al Centro de Recuperación de Fauna situado en la localidad de Ilundáin (Navarra).

Sin embargo, desde el santuario animal Corazón Verde de Navarrasantuario animal Corazón Verde de Navarra, centro dedicado a recoger animales de granja maltratados o abandonados, han querido poner de manifiesto que cuando les trajeron las tres cabras al Santuario "en ningún momento" se les dijo que fueran robadas, sino que las habían rescatado de una zona incendiada .

"Nunca hemos pagado por ningún animal, ya que va en contra de nuestra ética y de los estamentos de la Asociación, y es incierto que no tuvieran crotal, ya que una de las primeras cosas que hicimos fue identificarlas en ganadería y entregar los crotales (ya que todavía no habían venido a colocárselos) en mano a la Guardia Civil", apunta el santuario.

"Se nos denuncia por receptación (recibir material a sabiendas que es robado), pero nunca supimos que esas cabras habían sido sustraídas ilegalmente, de hecho a día de hoy todavía no lo sabemos", insisten.

En todas las inspecciones realizadas ha estado presente un veterinario perteneciente al Servicio de Ganadería del Gobierno Foral de Navarra, asegura la Guardia Civil.

Finalmente, los dos titulares del lugar donde se encontraban los animales han sido imputados en calidad de investigados por un presunto delito de receptación, ya que supuestamente, según la Guardia Civil, conocían la procedencia ilegal de los animales.

En fechas recientes se ha hecho entrega de las tres cabras a los cinco voluntarios, que han viajado desde Portugal, concretamente del lugar dónde el fuego está acabando durante estos días con sus sustentos, repitiéndose la tragedia vivida en el año 2017.