La empresa ferroviaria de Austria (ÖBB) ha lanzado un proyecto piloto para pintar de blanco los raíles de sus vías, con el fin de evitar los crecientes problemas por el excesivo calor en los meses del verano. "Estudios han demostrado que pintar los raíles de color blanco puede reducir entre 5 y 8 grados el calentamiento de la vía ferroviaria", explicó Juliane Pamme, portavoz de la empresa. "El objetivo es reducir el daño en forma de deformaciones o distorsiones del raíl", agregó Pamme en declaraciones en Viena. El color blanco ayuda a "enfriar" la vía, puesto que refleja gran parte de la radiación solar.

Siguiendo otros proyectos similares en los países vecinos como Italia y Suiza, ÖBB inauguró a mediados de julio el primer tramo de cinco kilómetros con raíles blancos, en el estado federado de Vorarlberg, cuyos resultados serán analizados ahora. Para ello, los técnicos de ÖBB han desarrollado un novedoso vehículo especial con capacidad de pintar sus raíles con máxima precisión, y sin dañar el medioambiente, a una velocidad de entre cinco y siete kilómetros por hora. La pintura es un recubrimiento permanente, con lo que desde la empresa explican que "solo se debe volver a aplicar en caso de exceso de suciedad", explicó Pamme. Si se determina que los raíles realmente se deforman y dañan menos por las elevadas temperaturas, que azotan ahora cada vez más a la república alpina, entonces ÖBB pintará de blanco también otros tramos de su red ferroviaria.

EL CAMBIO CLIMÁTICO, UNA REALIDAD

"Este tipo de medidas demuestran que el cambio climático es una realidad y necesitamos urgentemente ser más activos", señaló Pamme. Austria ha vivido, como el resto de Europa, uno de los veranos más calurosos de su historia este año. La ola de calor ha encendido las alarmas en gran parte del Viejo Continente. En Austria, estos días se han alcanzado picos de 38 grados. Fruto de estas temperaturas, un niño de tres años murió por deshidratación y fue hallado este lunes inconsciente en un vehículo estacionado bajo el sol. Las deformaciones y los daños causados a los raíles por la temperaturas están causando atrasos en los trenes, además de mermar la seguridad de los pasajeros. "Dado que estas distorsiones ocurren espontáneamente, los efectos en el tráfico de trenes y, por lo tanto, en la puntualidad en el día a día son muy grandes, ya que la vía generalmente tiene que estar cerrada", advierte la portavoz de la empresa ferroviaria ÖBB.