La Mutilvera logró en Urritxe una victoria épica y cargada de significado al imponerse por 0-1 al Amorebieta.

El partido se puso cuesta arriba muy pronto con la expulsión de su guardameta Mikel Ojer en el minuto 7, tras una salida fuera del área en la que arrolló a Zorrilla. La entrada del suplente Fraga, fue clave desde ese instante, deteniendo la falta directa posterior y evitando minutos después el gol local con un disparo potente del propio Zorrilla.

Reorganizada con Urko Ardanaz y Hugo Teres por delante de la zaga, la Mutilvera comenzó a asentarse sobre el césped. El Amorebieta apretó y tuvo el 1-0 en un fallo clamoroso de Odei Rodríguez a escasos metros de la portería. Del posible gol local se pasó al tanto visitante. Goicoechea se giró en la frontal y colocó un disparo raso para adelantar a los navarros en el minuto 28.

FICHA TÉCNICA

  • Amorebieta - 0
  • Mutilvera - 1

AMOREBIETA Jon Altamira, Mikel Mendibe (Intxausti, min.79), Javier Entrecanales, Odei Onaindia, Beñat Arratibel (Luaces, min.53), Ion Echaniz, Mikel Arzalluz, Javier Elias (Castañeda, min.69), Antonio Tienza, Gonzalo Zorrilla (Rekagorri, min.69), Hodei Rodriguez (Torrico, min.53).

MUTILVERA Mikel Ojer, Pablo Grande, Iñigo Morte, Hugo Teres, Sergio Banzo (Ángel Fraga, min.10), Iñaki Tellechea (Arocena, min.79), Xabier Goicoechea (Roldán, min.66), Daniel Bujanda (Tiago, min.46), Adrian Roncal, Urko Ardanaz (Goñi, min.79), Javier Lizarraga.

Goles 0-1, min.38: Xabier Goicoechea.

Árbitro Diego Sarabia (colegio riojano). Tarjetas amarillas al local Arratibel y al visitante Arocena. Tarjeta roja al portero visitante Mikel Ojer (minuto 7).

Estadio Urritxe. 500 espectadores.

Tras la reanudación, la Mutilvera reforzó aún más su entramado defensivo con la entrada de Tiago como quinto defensor. El Amorebieta monopolizó el balón y acumuló centros, pero sin claridad. Los navarros apenas salían, aunque Tiago protagonizó la única llegada del segundo acto con un disparo que acabó en el poste. Garrido refrescó piernas para sostener el esfuerzo final y el equipo aguantó con orden, solidaridad y sacrificio hasta el pitido final.