Estarán en el aire vigilando todo lo que ocurra y nadie los tripulará, pero nada se escapará a su fina vista. Los drones que tanto la Policía Foral -para vigilar los usos ordenados en el pantano de Alloz- como la Dirección General de Tráfico (DGT) -para poder denunciar infracciones de tráfico- van a poner a partir de ahora en funcionamiento actuarán a modo de policía aérea. Un recurso tecnológico que servirá para poder vigilar y controlar las buenas prácticas en espacios muy grandes y con ciertos riesgos como las carreteras o los embalses y pantanos.

En concreto, la Policía Foral ha iniciado la vigilancia de los usos ordenados en el entorno del pantano de Alloz mediante el patrullaje aéreo con drones, debido a la importante aglomeración de personas que acuden con ocasión de días de altas temperaturas a este lugar.

Según informó el cuerpo autonómico, el empleo de los drones y el apoyo de una patrulla sobre el terreno hace posible realizar un control y vigilancia desde el aire más exhaustiva, permitiendo recorrer todas las orillas del embalse comprobando la existencia de posibles infracciones a las ordenanzas municipales o a la legislación medioambiental, además de la posibilidad de auxiliar en su caso a personas que lo puedan necesitar. Asimismo, el uso de estas aeronaves no tripuladas permite vigilar una importante extensión de terreno en muy poco tiempo, accediendo con facilidad a las playas. De esta forma, se evitará las afecciones al medio ambiente que pueda suponer el patrullaje. Las cámaras acopladas a los drones ofrecen una visión más completa de lo que está ocurriendo, facilitando la toma de decisiones y la conveniencia o no de que acuda la patrulla encargada de la vigilancia.

multas de tráfico De la misma forma, los drones de la DGT comenzarán a denunciar a los conductores que infrinjan la normativa de tráfico y seguridad vial a partir de hoy, con motivo del inicio de la segunda fase de la Operación Salida del verano para la que se prevén 2,9 millones de desplazamientos por carretera en todo el Estado.

Según informó ayer la propia DGT -que también aplicará estas medidas en territorio navarro- prioritariamente los drones están destinados a la vigilancia del tráfico en aquellos tramos donde el riesgo de accidentabilidad es mayor; en las carreteras donde hay un mayor tránsito de usuarios vulnerables, en particular de ciclistas, motociclistas y peatones; y a la supervisión de distracciones durante la conducción.

También se utilizan para la monitorización y apoyo a la regulación en operaciones y eventos especiales en los que se concentra un elevado número de movimientos en carretera; a misiones ordinarias de regulación complementarias a las desarrolladas por los helicópteros; y a apoyar en situaciones de emergencia que por su gravedad afecten de manera notable a la circulación y seguridad de los usuarios de la vía.

Como ya anunció el director general de tráfico, Pere Navarro, el organismo está dotándose de estas aeronaves pilotadas por control remoto para realizar misiones de vigilancia y regulación aérea del tráfico.