donostia - Un vecino de Hernani permanece ingresado en el hospital en estado de coma inducido tras sufrir un accidente con un patinete eléctrico. El siniestro ocurrió el domingo sobre las 23.00 horas en el barrio de Elizatxo, a la altura del pequeño túnel que salva las vías del tren. El varón descendía por la calzada cuando, al parecer, perdió el control del vehículo por causas que se investigan. Tras impactar contra un muro, quedó tendido en el suelo con un fuerte traumatismo craneal y abundante pérdida de sangre. Según la información facilitada por la Guardia Municipal de Hernani, sobre la calzada no hay ninguna señal que haga sospechar de una posible colisión contra otro vehículo.

Todo apunta a que impactó directamente contra la pared. Unos vecinos dieron parte de lo ocurrido y a partir de ahí se activo el protocolo. Desde entonces, el alcalde del municipio mantiene contacto con la familia a la espera de la evolución del vecino hernaniarra, de entre 30 y 40 años, que ha sido sedado por decisión médica con el fin de reducir la presión craneal.

La noticia del accidente llega un día después de conocerse la nueva instrucción de Bilbao que regula el uso de vehículos de movilidad personal. El goteo de municipios vascos preocupados por esta cuestión no cesa. La capital vizcaina, como ya hizo Donostia en enero, ha prohibido que los patinetes eléctricos circulen por las aceras, así como por las vías de la ciudad en las que no se pueden superar los 50 kilómetros por hora. El Ayuntamiento de Gasteiz también se ha propuesto tomar cartas en el asunto, con una nueva regulación sobre patinetes y bicicletas eléctricas.

Lo que llegó al mercado como una alternativa de ocio y movilidad comienza a convertirse en un vehículo letal en la medida que se dispara su uso. Según datos de la Fiscalía de Seguridad Vial, en 2018 hubo en el Estado 273 accidentes con Vehículos de Movilidad Personal (VMP), en los que se registraron cinco víctimas mortales. El número de fallecidos con patinetes eléctricos podría llegar a triplicarse durante este año, según estiman diferentes estudios.

Vehículos sin catalogar Hablar de patinete eléctrico como si fuera un todo carece de sentido en la medida en que hay infinidad de modelos, potencias y velocidades. Andoni Pikabea, jefe de la Guardia Municipal de Hernani, advierte del “vacío legal actual que no define qué son estos patinetes”. El accidente ocurrido en el municipio no ha pasado desapercibido en Donostialdea. El responsable de la policía de Hernani entiende que la Dirección General de Tráfico (DGT) debería poner orden y aprobar una normativa clara que despeje todas las dudas. “El problema es que estos vehículos todavía no están catalogados con carácter general, y por lo tanto no se les puede aplicar la normativa de Tráfico. A pesar de que haya ciudades como Donostia que han aprobado su normativa, hay tanta proliferación de patinetes eléctricos que en estos momentos podemos hablar de un desmadre legal. Para nosotros, por ejemplo, con la actual ley en la mano, lo ocurrido el domingo en Hernani es un accidente normal. No podemos hacer ninguna alcoholemia, ni imputar a nadie nada porque este siniestro no lo podemos contemplar como ningún vehículo que esté siendo utilizado en la vía pública. Estamos ante un vacío, a la espera de ver hasta dónde se aclara, y que alguien defina los vehículos”.

Así, los problemas no dejan de sucederse. Para muestra, lo ocurrido este sábado en Iruñea, donde la Policía Municipal denunció por partida doble a un usuario de VMP. Una por circular sin permiso de circulación y otra por hacerlo sin seguro en vigor, entre las que acumula una sanción de 1.000 euros y un punto de retirada del carnet de conducir.

El nuevo equipo de Gobierno de Navarra Suma anunció en agosto dos meses de plazo antes de comenzar a sancionar, algo que ya están haciendo los agentes. El denunciado afirma que recurrirá ambas multas.

El usuario, Raúl B. Z., circulaba con su patinete por la avenida Gipuzkoa, en dirección Berriozar, cuando a la altura de Cuatro Vientos recibió el alto de una patrulla.

Los agentes, al parecer, le pidieron la documentación del vehículo y le tramitaron la denuncia “porque según ellos el patín es un ciclomotor eléctrico y como tal debe tener un seguro y un permiso de circulación, pero actualmente, tal y como está la normativa europea, si no tiene asiento no se puede clasificar como ciclomotor”, alega el denunciado.

Este usuario habitual de un patín eléctrico de la marca Dualtron (modelo Thunder), afirma que iba circulando despacio “a no más de 12km/h”, y lejos de admitir la sanción ha puesto el caso en manos de un abogado para recurrir.

A la vista de este tipo de situaciones cada vez más habituales, desde la Guardia Municipal de Hernani insisten en que hace falta una regulación clara para que cada ciudad no haga la guerra por su parte. “Actuando así vamos a acabar confundiendo aún más a la ciudadanía, que bastante confusa está ya, sin saber si tienen que usar o no casco, o suscribir un seguro”, incide Pikabea.

normativa municipal Las primeras recomendaciones, de carácter general, que marca la DGT vienen a poner la pelota en el tejado de cada municipio, ya que considera que prevalece la normativa municipal en la regulación de estos patinetes, al ser cada ayuntamiento el que regula el uso de su espacio público. También dice que estos vehículos no pueden ser equiparados a uno de motor. Por ello que no requieren de permiso o licencia de circulación y conducción, aunque -apostilla de nuevo la Dirección- la autoridad municipal puede exigir el cumplimiento de requisitos técnicos, o incluso permisos municipales en vías de su competencia.

No se requiere un seguro para utilizar un patinete eléctrico -añade- aunque sí existen aseguradoras que los ofrecen. El organismo responsable de la política vial señala que los patinetes eléctricos destinados a actividades económicas deberán suscribir una autorización municipal que regule recorridos, horarios y las limitaciones que cada ayuntamiento considere convenientes.

A este respecto, el reglamento aprobado por el Ayuntamiento de Donostia clasifica los patinetes en dos categorías dependiendo de la velocidad a la que pueden circular: 1M, que englobaría a los que circulan a menos de 25 kilómetros por hora, y 2M, los que superan esa velocidad.

En Donostia la gran mayoría de vehículos de movilidad personal pertenecen al primer grupo, que puede circular por bidegorris y zonas de coexistencia respetando los límites y recomendaciones de velocidad en cada caso (15 o 10 kilómetros por hora).

Los vehículos del segundo grupo (los que circulan a más de 25 kilómetros por hora), solo pueden circular por la calzada y deben ser conducidos por mayores de edad.