pamplona - La consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra, Itziar Gómez, manifestó ayer en el Parlamento de Navarra que la presencia de la polilla del boj tiene unas “terribles y dramáticas consecuencias ambientales” y añadió que “no tiene afección para la salud pública pero genera mucha incomodidad”, al tiempo que avanzó las medidas en las que trabajan.

En respuesta a una pregunta del PSN, la consejera Itziar Gómez señaló que “la larva de la polilla es la causante de las desfoliaciones de los últimos años y en últimos meses con más virulencia que nunca”. Tras explicar que esta polilla procede del este de Asia dijo que “el departamento es consciente del problema” y anunció que se está “trabajando” en ello, si bien aseguró que “la lucha contra esta plaga es complicadísima”. Precisó que “en lo que respecta al monte no hay fitosanitarios aprobados para tratar esta especie”. Comentó que este año hubo una solicitud de Cataluña, que ha denegado el ministerio al considerar que no sería eficaz y que las afecciones ambientales no compensan su efecto.

En cuanto a Navarra, precisó que “no podemos actuar y el personal del departamento continúa el seguimiento de esta plaga” y afirmó que “se está anticipando en la recolección de semillas para garantizar la conservación del boj”. Desde la pasada legislatura el personal técnico del departamento es “consciente del problema” y trabaja en ello, según Gómez, quien explicó que en lo que respecta a jardines existen productos autorizados y, así al Ayuntamiento de Pamplona se facilitaron los productos con los que están trabajando. “La esperanza -añadió- es la resiliencia del ecosistema que parásitos y depredadores puedan hacer a medio plazo y hacerla compatible con la existencia de bojedas”. “La explosión de las especies invasoras tiene una incidencia explosiva en un primer momento cuando llegan a un territorio nuevo y se va a amortiguando con el paso del tiempo”, explicó Gómez.

La polilla del boj se detectó por primera vez en Europa en 2007 en Alemania, en un centro de importación de productos de China comenzando una “rápida expansión” y constatándose su presencia en España en 2014, en Pontevedra, y un año después en Navarra. Javier Lecumberri (PSN) indicó que según un experto “la única solución es que la oruga arrase el boj, dejar pasar un tiempo y después con semillas selectas, replantar el boj”. “Nos pone la piel de gallina este tema, un auténtico desastre”, añadió. - D.N.