La Asociación de Consumidores de Navarra Irache, con motivo de la tradición de disfrazarse en Nochevieja en muchas localidades navarras, ha recomendado asegurarse de los accesorios que incluye el disfraz antes de comprarlo.

Además, ha aconsejado probarse el disfraz en la tienda para comprobar que está en perfecto estado y que la talla es adecuada para el consumidor. Para ello, según ha indicado, es conveniente acudir al comercio en las horas o días menos habituales.

En un comunicado, Irache ha explicado que si no hay nada defectuoso, el establecimiento no tiene ninguna obligación de admitir su devolución, a no ser que lo ofrezca expresamente. Y ha remarcado que en años anteriores, algún consumidor se ha quejado de que el disfraz comprado tenía algún descosido y el comercio aseguraba que lo había hecho él. En estos casos, conviene reclamarlo lo antes posible.

Según ha expuesto la asociación, la mayor parte de los precios de los disfraces van desde los 15 hasta los 40 euros, si bien los hay que cuestan desde 6 hasta más de 100 euros. En principio, el precio promocionado por el comercio es el que debe cobrarse al consumidor. Aunque en muchos catálogos se incluye la expresión 'IVA incluido', si no lo especifica se entiende que los impuestos ya van cargados en el precio publicitado.

Asimismo, Irache ha destacado que hay que tener muy presente la talla del disfraz. En algunos catálogos incluye la talla, en otros explica que las tallas son aproximadas y en otros no pone nada. Por ello, conviene preguntar al dependiente o asegurarse de alguna manera que el disfraz es de un tamaño adecuado para el consumidor. Si en el tique del disfraz comprado no consta una talla concreta, el consumidor no tiene derecho a devolverlo si en casa descubre que le viene grande o pequeño.

Para la asociación, también es fundamental cerciorarse de los accesorios que incluye el disfraz ya que no siempre la foto expuesta en el catálogo indica las prendas u objetos que incluye. Otros años han llegado a Irache personas que se quejaban porque al abrir el disfraz en casa, se dieron cuenta que no contaba con un sombrero o peluca, por ejemplo, que sí venía en la foto.

Otras veces el consumidor ha comprobado que el disfraz que compró se encuentra dañado, la tela está rasgada o faltan accesorios. En todos estos casos es fundamental conservar el tique de compra y siempre es mejor reclamarlo en el menor plazo de tiempo posible. Una vez que se ha utilizado, se reducen mucho las posibilidades de que la tienda acepte que es responsabilidad suya, han señalado desde Irache.

Ha explicado, además, la asociación que algunos establecimientos con página web dan la posibilidad de realizar las compras en internet y ha destacado que es muy importante asegurarse del coste del envío y del plazo de entrega, ya que en ocasiones estas circunstancias cambian en función de fechas o lugares.