PAMPLONA - Cinco de los jóvenes de Altsasu condenados a penas de hasta 9,5 años de prisión por una agresión a dos guardias civiles y sus parejas en el bar Koxka y que aún no habían recibido la clasificación como reclusos dentro del centro penitenciario de Zaballa (Álava), donde cumplen la pena, han recibido ya la comunicación de Instituciones Penitenciarias de que serán clasificados dentro del segundo grado penitenciario, con lo que se respalda la propuesta efectuada por la junta de tratamiento de la prisión. Se trata del régimen ordinario que se aplica a los reclusos condenados ya con sentencia firme y que en la práctica no supone una especial diferenciación sobre la actividad diaria que ya ejercían como presos preventivos. Aporta al menos un matiz importante y es que una vez que han sido clasificados en el segundo grado penitenciario, los jóvenes pueden optar a la solicitud de permisos ordinarios (puntuales salidas de prisión). Asimismo, también podrán optar dentro de prisión a puestos ocupacionales: bien en forma de trabajos remunerados o plazas formativas.

La nueva clasificación penitenciaria, que conlleva que los internos hayan empezado ya un programa individual de tratamiento, afecta a Oihan Arnanz (9,5 años de cárcel), Adur Ramírez de Alda (8,5 años), Jokin Unamuno (8,5 años), Julen Goikoetxea (7,5 años) y Jon Ander Cob (7,5 años). Arnanz, Ramírez de Alda y Unamuno llevan ya 1.151 días en prisión, mientras que Cob y Goikoetxea ya han pasado 619 días encarcelados. Además, cabe destacar que el grado penitenciario de cada preso se revisa automáticamente en un plazo máximo de seis meses.

Conviene recordar que a otros dos condenados -Iñaki Abad (3,5 años de prisión) y Aratz Urrizola (4 años y 2 meses de cárcel)- se les concedió antes de Navidades el tercer grado penitenciario, un régimen de semilibertad que les permite salir durante el día y los fines de semana de la cárcel.