MÁLAGA. El dueño de la finca donde se encuentra el pozo en el que murió Julen, el niño de dos años rescatado sin vida después de caer en dicha prospección en Totalán (Málaga), ha sido condenado a un año de cárcel por un delito de homicidio por imprudencia grave tras conformarse con el acuerdo alcanzado entre las acusaciones y su defensa. Esta pena de prisión ha sido suspendida por el magistrado, por lo que no entrará en la cárcel.

El Juzgado de lo Penal número 9 de Málaga ha acogido este martes una vista en la que las acusaciones y la defensa han presentado el acuerdo alcanzado en las últimas horas que evita la celebración de todo el juicio, que incluye, además del año de prisión, el pago de una indemnización de 89.500 euros para cada uno de los padres de Julen y de 663.982 euros para la Junta de Andalucía por las tareas de rescate.

Los padres del pequeño, José y Victoria, han sido los primeros en entrar a la Ciudad de la Justicia de Málaga y no han hecho declaraciones. Posteriormente, ha llegado el acusado, David Serrano, que ha asegurado estar tranquilo.

En la sala, tras explicar la defensa el acuerdo, el magistrado ha preguntado al acusado si se conforma y acepta el acuerdo y los hechos, a lo que este ha contestado que sí por lo que el juez ha dictado sentencia condenatoria 'in voce'. Antes de concluir la vista, Serrano ha pedido perdón a los padres por el daño ocasionado, añadiendo: "En ningún momento quise que al niño le pasara nada".

"La condena la voy a llevar de por vida", ha asegurado el dueño de la finca. En declaraciones a los periodistas tras haber escuchado la condena impuesta in voce por el magistrado de Penal número 9 de Málaga, el acusado ha expresado su "alivio" y ha dicho haberse quitado un peso "muy grande", aunque ha asegurado que intentará afrontar la situación "de la mejor manera posible, pero siempre llevándolo a la espalda".

Asimismo, Serrano ha indicado que el perdón que ha pedido a los padres ha sido "de corazón" y ha indicado que el acuerdo alcanzado entre las acusaciones y la defensa ha sido fruto de un acercamiento a la familia.

"Arrancando desde que fue todo un accidente, tampoco han estado las partes muy alejadas. Jamás he querido que a ese niño le pasara nada", ha manifestado a los periodistas y también en la sala en el momento de su derecho a la última palabra.

Por su parte, el padre de Julen, José Roselló, ha dado las gracias a los medios de comunicación por "el apoyo y el respeto" con ellos, aunque ha asegurado que a pesar de que el proceso judicial ha terminado "satisfecho nunca voy a poder quedar".