PAMPLONA - Alcaldes de localidades por las que discurre la carretera N-121-A (Pamplona-Behobia) exigieron ayer en el Parlamento de Navarra que se desvíe el tráfico internacional que soporta esta vía para reducir la siniestralidad vial, una medida que el Ejecutivo foral anunció que descarta "por el momento", alegando que "cualquier actividad restrictiva debe estar debidamente motivada".

Antes de comparecer en la Cámara, los alcaldes de los ayuntamientos de Baztan, Bera, Ezkabarte, Lesaka, Doneztebe/Santesteban e Igan-tzi fueron citados a una reunión con el vicepresidente primero y consejero de Presidencia, Igualdad, Función Pública e Interior del Gobierno de Navarra, Javier Remírez y con el consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, un encuentro en el que también participaron los directores generales de Interior, Amparo López, de Obras Públicas e Infraestructuras, Pedro López y de Transportes, Berta Miranda.

Tras la reunión, el Gobierno de Navarra difundió un comunicado en el que recalcó que "cualquier actividad restrictiva de la Administración deber estar debidamente motivada ya que, de lo contrario, se estaría incurriendo en una arbitrariedad". En este sentido, aludió a una sentencia del Tribunal Supremo sobre una restricción de la circulación a camiones en el tramo riojano de la N-232, en la que se señala que "la eventual notoriedad de la contaminación acústica, de la congestión del tráfico y de la siniestralidad en carreteras convencionales no es suficiente por si sola" para acordar una medida de esas características. Y añade que la "congestión del tráfico, es decir entorpecimiento del tráfico por acumulación de vehículos, por muy desagradable que sea para los conductores no es igual, al concepto alta siniestralidad en la carretera que hace mención a los accidentes de tráfico y subsiguientes resultados letales, lesivos para las personas".

La resolución del Supremo señala que, si la restricción obliga a las empresas de transporte a acudir necesariamente a la autopista de peaje, aunque sea con bonificaciones, "necesitaría una acreditación" y apunta que la limitación del tránsito a camiones implica "una restricción a la libre circulación de un determinado grupo de vehículos a los que se impone un gravamen", por lo que "tal exigencia debe estar justificada en los pertinentes estudios que acrediten que las medidas acordadas son las más adecuadas al fin buscado".

CLAMOR DE LOS AYUNTAMIENTOS Tras reunirse con los miembros del Gobierno de Navarra, los alcaldes participaron en una sesión de trabajo celebrada en el Parlamento, donde el alcalde de Igantzi, Juan Carlos Unanua, manifestó que "un factor de riesgo es la cantidad de camiones que soporta la carretera N-121-A", por lo que abogó por "minimizar el riesgo desviando ese tráfico por otras vías". Según dijo, "es casi un llamamiento de socorro porque vivimos en una zona que vive esta situación con mucho estrés". "Estamos un tanto desamparados porque cada vez soportamos más los inconvenientes de ser una vía intracomunitaria que no está preparada para tal cosa.

Por su parte, el alcalde de Ezcabarte, Pedro Lezaun, comentó que "venimos con un mandato de los vecinos" y es que "se haga algo y se haga algo inmediato", además de pedir que "se saquen los camiones de la carretera, sin querer criminalizarlos". Dijo que aunque posteriori habrá que continuar "trabajando" en soluciones para la vía, "nuestros vecinos nos piden que se haga algo ya". "Es un problema serio y la carretera da para lo que da, los camiones crean estrés en la carretera, ruido, problemas...", apuntó.

Desde Baztan, su alcalde, Joseba Otondo, afirmó que "la situación es grave" y que "el objetivo es que se busque una urgente solución, vemos necesario que se retire el tráfico internacional de la N-121-A porque más del 60% del transporte es internacional, no es de la zona". Recordó que "en los últimos 25 años ha habido más de 40 muertos" en la vía y "tenemos que darle fin". "Hay un elemento humano que siempre va a existir pero además está la carga de tráfico internacional por encima, provoca estrés y lleva a un modo de conducción arriesgado".

Por su parte, el alcalde de Ultzama, Martín Pikabea, indicó que "todo este tráfico se nos ha desbordado y el único momento de tranquilidad es cuando se han reformado los túneles y el tráfico no iba por ahí". "Hay que acondicionar otras vías por donde destinar ese tráfico" internacional.

uN CAMIÓN, EN LOS ÚLTIMOS 17 MUERTOs

Baja incidencia en la siniestralidad mortal. El Gobierno de Navarra argumentó ayer que el tráfico pesado no es el causante de la elevada siniestralidad mortal que se registra en la carretera N-121-A, ya que informes de la Policía Foral que revelan que en los cuatro últimos años, de los doce accidentes mortales con un total 17 personas fallecidas, "solamente en un caso se achaca la responsabilidad a un camión". "En este caso además, fue una salida de vía del propio camión que chocó contra un árbol y se incendió, es decir, sin implicación de otros vehículos", afirmó el Ejecutivo foral en una nota. En la mayoría de los accidentes mortales en ese periodo, la causa fue un choque (un vehículo en movimiento y otro parado) o una colisión frontal (dos vehículos en movimiento), generalmente producidos como consecuencia de adelantamientos indebidos, salidas de vía o una invasión del carril contrario.