Uno de cada diez navarros ha tenido problemas al realizar la portabilidad de su teléfono, según una encuesta encargada por la Asociación de Consumidores Irache, que el año pasado atendió por este motivo 4.000 consultas y quejas.

Un problema frecuente, dice, es la aplicación irregular de los plazos de permanencia, que debe ser aceptada expresamente por el consumidor.

Además la asociación advierte de que se debe distinguir entre permanencia y el pago a plazos de un móvil, ya que las compañías los ofrecen como promoción por contratar telefonía o internet pero en realidad se pagan junto con la factura del servicio y en muchos casos el contrato indica que si se abandona la operadora se deberá liquidar lo que quede por pagar.

Entre los problemas que más han crecido este último año Irache apunta a los cargos que las empresas de telefonía pasan si el consumidor acepta un cambio de operadora, le hacen el cableado del domicilio y luego se echa atrás al recibir una contraoferta de su compañía, por lo que le cobran los trabajos realizados.

En otro ocasiones, tras un cambio de operadora, el consumidor acude a una tienda para devolver el router de la compañía que abandona y allí le dicen que necesita un código, por lo que lo solicita telefónicamente pero no se lo dan y al final le cobra el aparato.

Otros problemas muy habituales son las promesas que hacen muchas operadoras para conseguir nuevos clientes y que no cumplen, como hacerse cargo de la penalización por el cambio de operadora o ofrecer unas condiciones mejores que las que luego se plantean en la llamada verificadora, que es la que vale como contrato.

Es también frecuente que se siga cobrando una línea móvil que se ofreció de forma gratuita con motivo de la contratación de otros servicios y que el consumidor a veces ni siquiera sabe que la tiene, por lo que al cambiar de operadora no la da de baja.