- Las consecuencias del confinamiento al que la población lleva sometida más de mes y medio ya van siendo cuantificables. Este fenómeno, sin precedentes en la historia, va a marcar un antes y un después y dejará huella en el conjunto de la sociedad, que ya nota su repercusión y en el caso de la Comunidad Foral -según un estudio realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral de Navarra (ISPLN)-, el 51% de los navarros ha sufrido un aumento de problemas de salud o de malestares previos durante el estado de alarma. Es decir, sin todavía haber concluido la cuarentena, el aislamiento ha repercutido negativamente en la salud de más de la mitad de los encuestados.

Según se recoge en el estudio -realizado a 1.200 personas mayores de edad- , el confinamiento ha producido un cambio en los hábitos y estilos de vida de la ciudadanía, en algunos casos de manera negativa (menor ejercicio físico, aumento del juego on line, etc.) y en otros casos de forma positiva (mejor alimentación, menor consumo de alcohol, etc.).

Estos datos fueron presentados ayer en rueda de prensa por el director general de Salud, Carlos Artundo, y por la jefa del Servicio de Promoción de la Salud Comunitaria del ISPLN, María José Pérez Jarauta, que explicaron que la encuesta ha sido realizada en cuatro oleadas durante el mes de abril, lo que ha permitido analizar la variación de los problemas físicos y los malestares emocionales y ha detectado un refuerzo de la red de apoyo y solidaridad social y familiar. Entre las principales conclusiones que destacaron los responsables de Salud está la sensación general sobre el propio estado de salud de empeoramiento (con efectos negativos en términos de incremento de estrés, malestar y disminución del ejercicio físico). Así, el 51% de la población encuestada dice haber visto incrementado algún problema de salud o malestar durante el confinamiento.

Con una escala de autovaloración -que oscila entre los 0 puntos de un estado de salud muy malo a los 100 puntos del estado de salud muy bueno- el estado de salud de los navarros ha descendido cuatro puntos: de una media de 84 puntos previa a la cuarentena hasta los 80 puntos registrados en la última semana de abril.

Estos problemas de salud y malestares están motivados por diferentes causas, pero el que afecta a más personas y el que a su vez ha aumentado más es el estrés. El estudio recoge que la percepción que la ciudadanía tiene sobre sus niveles de estrés ha pasado de un 22% de personas que referían tener un estrés de nivel moderado o alto antes del confinamiento, a un 36%. Por otra parte, un 8% de los entrevistados apunta que se han incrementado sus dolores de espalda y un 6% sus cefaleas o dolores de cabeza. Con respecto a los malestares emocionales, se incrementan las dificultades para dormir para un 16%, así como el nerviosismo en un 10%, el miedo, 8%, o el cansancio y agotamiento para el 7% de encuestados.

Durante la presentación del estudio, Jarauta, a pesar de las consecuencias negativas que ha acarreado el confinamiento, matizó que "ha sido un logro colectivo que ha contenido la epidemia", y que también ha tenido "consecuencias positivas en nuestra salud". Es el caso de los hábitos alimentarios, que durante este mes y medio de confinamiento han sido más saludables ya que se observan cambios positivos como que un 21% ha aumentado su consumo de frutas y verduras y un 10% ha reducido el de bollería industrial. Además, un 18% de los navarros encuestados reconoce haber reducido su consumo de alcohol.

En el aspecto negativo, se constata que un 11% ha aumentado el recurso al juego on line como forma de ocio. Asimismo, también se ha producido un descenso del ejercicio físico respecto a antes del confinamiento: -34% en la cuarta ola, -40 % en la tercera, -34% en la segunda y -39% en la primera. No obstante, se espera revertir estos datos ante la posibilidad actual de poder realizar ejercicio al aire libre de manera individual.

1.200 entrevistas. El estudio ha sido realizado por el Instituto de Salud Pública y Laboral (ISPLN) en cuatro oleadas durante el mes de abril para poder analizar la variación de los problemas físicos y los malestares emocionales de la población. Se han efectuado un total de 1.200 entrevistas -300 en cada ola realizada- a personas mayores de 18 años. El director general de Salud, Carlos Artundo, contextualizó ayer la encuesta "en un proceso de transición hacia la desescalada, que se está desarrollando con base y liderazgo técnico, pero con una filosofía participada y de actualización continua.

La desescalada, positiva para la salud. La jefa del Servicio de Promoción de la Salud Comunitaria del ISPLN, María José Pérez Jarauta, mostró "la satisfacción del Instituto por la posibilidad que tiene la ciudadanía, desde el pasado fin de semana, de recuperar cierta actividad física y salidas a la calle". "Estas salidas, que deben hacerse con toda la prudencia y cumpliendo las recomendaciones, permiten paliar una gran parte de las consecuencias negativas que haya podido tener el confinamiento sobre nuestra salud", señaló.

36%

La percepción de los niveles de estrés ha pasado de un 22% de personas que referían tener un estrés moderado o alto a un 36%

21%

Durante la cuarentena los hábitos alimentarios han sido más saludables y el 21% de los navarros ha aumentado su consumo de fruta y verdura y un 10% ha reducido el de bollería industrial.

11%

Un 11% de los encuestados ha aumentado el recurso al juego on line como forma de ocio.