- Nieves Ascunce, jefa del Servicio de Epidemiología del Instituto de Salud Pública, recuerda que antes trabajaba con muchas cosas y que ahora su vida laboral ha sido copada por el coronavirus. El Instituto de Salud Pública elabora en Navarra el estudio de seroprevalencia -dirigido por el Ministerio de Sanidad y el Instituto Carlos III- que consta de tres oleadas de encuestas, la primera de las cuales se realizó del 27 de abril al 11 de mayo y reveló que un 5,8% de la población navarra tiene anticuerpos para hacer frente al virus. Este lunes comenzó la segunda oleada y se espera que la tercera acabe a mediados de junio, momento en el que se tendrá un diagnóstico de la evolución de la seroprevalencia en la Comunidad Foral. Ascunce se muestra positiva al considerar que Navarra está "en una buena posición de partida", pero no pierde la cautela y advierte de que sin responsabilidad social el riesgo de rebrote del virus es muy alto.

¿Qué valoración hace de la primera oleada del estudio?

-Es un resultado todavía muy provisional. Todavía tenemos pendientes los resultados de las extracciones de sangre, que en principio podrían ser más válidas. Queda mucho por analizar, pero en principio tampoco cambiarán mucho las cosas. Efectivamente, hay poca población (5,8%) que en este momento dispone de anticuerpos como para estar protegido frente a la enfermedad. Ya sabíamos que un 60%, la inmunidad grupal, no nos íbamos a encontrar. Pero en todo caso, el resultado tampoco ha sido malo.

¿Qué lectura positiva tiene?

-Que la transmisión no fue tan alta como nos parecía. Estábamos viendo unos casos que verdaderamente eran de un impacto terrible, porque eran los casos más graves que necesitaron hospitalización y que algunos tristemente fallecieron. Pero en el momento que ya se implantaron las medidas de confinamiento, que empezó a no transmitirse, pues enseguida la transmisión fue para abajo y ahora estamos en una situación buena de partida, para que si en este momento hacemos una desescalada ordenada, organizada y responsable podamos mantenernos en un nivel constante y, sobre todo, asumible de presentación de casos y poder controlar la expansión de la enfermedad.

¿Se espera un aumento de las personas con anticuerpos conforme pasen las semanas?

-Lo lógico es pensar que sí. Tampoco espero encontrarme una gran subida. De todas formas la desescalada tiene que ser muy progresiva y se deben adoptar todas las medidas de protección para que realmente tampoco haya tanta transmisión, porque si no corremos el riesgo de que haya repuntes. Yo creo que irá subiendo el nivel de protección en base a esa parte de la población que no vemos, pero que entiendo que no es la más grave ni muchísimo menos, pero no nos volveremos a encontrar en esa situación de un pico de casos y de casos graves.

¿Dónde se están dando ahora los nuevos contagios?

-Fundamentalmente en el ámbito familiar. La verdad que hay muy poquitos casos como para sacar grandes conclusiones pero está claro que la familia es un factor de contagio, un medio de transmisión importante. Gente, por ejemplo, que está contagiada y que no se acaba de aislar bien. También, ahora que se retoma la actividad, los ambientes laborales pueden ser foco de contagio. Y también seguimos teniendo los focos de los sanitarios o de las residencias sociosanitarias.

¿Cree que la sociedad le está perdiendo el miedo al virus?

-Yo creo que no y espero que no ocurra así. Pero no es cuestión de actuar por miedo, sino con responsabilidad por uno mismo y por los que nos rodean. Dependiendo de lo que nosotros hagamos, la enfermedad se va a comportar de una forma u otra y nuestro objetivo es que, insisto, no por miedo, sino por responsabilidad hacia nosotros y hacia los nuestros, lo hagamos de forma ordenada. La responsabilidad social es y va a ser fundamental, porque el virus está siendo muy inespecífico y por eso pedimos a todas las personas con síntomas que se queden en casa y que llamen inmediatamente a su servicio sanitario, porque el éxito del control va a estar en detectar precozmente esos casos, aislarlos y localizar a todos sus contactos estrechos.

¿Hay riesgo de rebrote si la sociedad no cumple?

-Un contacto muy espúreo, de cruzarte por la calle, tiene riesgo bajo. Pero que permanezca un grupo de personas juntas durante un tiempo considerable, sin medidas de protección y sin guardar las distancias, pues sí supone un foco de riesgo. Ahí la transmisión es posible y si eso se repite, es frecuente y no se controla, pues la transmisión puede ser alta. Ojalá que esto no ocurra, pero tendríamos riesgos de repuntes, sí. Por eso lo vuelvo a repetir: seamos responsables, salgamos a hacer una vida normal pero sabiendo que la normalidad que vamos a llevar en los próximos meses implica la necesidad de cumplir estas medidas de protección.

Poniéndonos en el peor escenario, si después del verano hay un rebrote, puede juntarse con la temporada de gripe y eso sería un problema grave, ¿no?

-Bueno, yo espero que cuando estemos en época de gripe nos vacunemos todos, ya no podemos correr el riesgo de tener mucha gripe cuando tenemos una herramienta absolutamente válida como es la vacuna. Habrá que reforzar las campañas de vacunación porque si empezamos a simultanear las dos cosas efectivamente va a ser muy complicado y creo que a octubre no vamos a llegar con vacuna contra el coronavirus. Pero la situación tampoco sería igual que la que hemos vivido. Ahora tenemos muchas más medidas de protección individual que al principio no tuvimos, sobre todo en el ámbito sanitario. También tenemos la experiencia de estos meses para actuar de manera más precoz y para saber dónde hace falta actuar con mayor contundencia.

"Si hacemos una desescalada ordenada y organizada podemos tener un nivel constante y asumible de nuevos casos"

"Si en octubre empezamos a simultanear la gripe y el coronavirus la situación será complicada, porque no vamos a llegar con vacuna"