n tan solo quince días, en el circuito de Refena, Salud va a realizar más de 17.000 análisis serológicos. Unas 1.500 pruebas diarias. Una cifra asumible para el recinto ferial y también para el laboratorio de Microbiología del CHN -encargado de procesar las muestras- siempre y cuando se lleven a cabo con exactitud cronométrica: en 10 minutos la persona citada debe de salir por la puerta con la prueba realizada. "La idea es que el tiempo vaya clavado. Ayer (por el lunes) lo cumplimos, hoy (por ayer) esperamos que también, la duración estimada no debe ser superior a los 10 minutos", explicó ayer el coordinador de Emergencias, Kiko Betelu.

Nada más acceder al circuito donde se están realizando estas pruebas -en el mismo pabellón en el que se llevan a cabo desde marzo las pruebas PCR- ya se observa la precisión con la que están organizadas las cuatro áreas. La primera, la sala de espera, está dividida por tramos horarios de quince minutos (de en punto a y cuarto, de y cuarto a y media...) dependiendo de la hora a la que cada persona haya sido citada. Cuando llega su turno, una enfermera les avisa que pasen a la sala contigua después de desinfectarse las manos con gel hidroalcohólico. Una vez en el área de admisión, una enfermera les indica que esperen su turno en los asientos que han instalado, todos a más de 1,5 metros de distancia unos de otros y numerados, para así ser atendidos por orden de llegada. El ritmo es ágil y los profesionales sanitarios que atienden a sus compañeros se encargan de que los trámites se realicen con diligencia.

La espera es corta, no más de un par de minutos. Una vez llegado su turno, los sanitarios que van a hacerse la prueba pasan al mostrador de admisión donde se comprueba su identidad y la cita, les entregan el volante de la prueba y firman el consentimiento. Tras ello se dirigen al tercer área, situada en la misma sala, que está dividida en doce boxes donde se realiza la extracción. "Al ser una punción venosa la toma de sangre obligaba a una cierta privacidad e higiene, por ello se han establecido cabinas separadas para la extracción", comentó Betelu. Una vez efectuada la extracción, los sanitarios y sociosanitarios que habían acudido a hacerse la prueba seguían el recorrido, presionando con un trozo de algodón el punción, hasta salir del recinto de Refena.

Así, si no hay ningún problema, en diez minutos la persona sale del circuito sin haber pasado por la cuarta área. No obstante, en caso de sufrir algún percance o indisposición, Salud ha dispuesto de una zona de reanimación para atender a personas que sean aprensivas a las extracciones de sangre o que puedan sufrir algún incidente. "Esta área la hemos establecido para atender síncopes o mareos. En ella hay camillas para atender a los pacientes y está equipada para tratar cualquier situación de emergencia", relató Betelu, que añadió que incluso se dispone de un desfibrilador para situaciones extremas "que estoy seguro que no llegaremos a utilizar".De manera paralela, el pabellón de Refena acoge también el circuito de PCR, una prueba que Salud ya ha realizado a todo el personal de Osasunbidea que ha presentado síntomas compatibles con el coronavirus, así como a sus contactos, plan que se seguirá manteniendo de manera simultánea a SEPROSANA. En total, se han efectuado 10.059 PCR a 7.626 profesionales, de un total de 11.417 personas que componen la plantilla completa.

Asimismo, en el caso de profesionales sociosanitarios también se les ha realizado la prueba PCR a todo el personal que ha presentado síntomas, así como a quienes han sido considerados y consideradas contacto estrecho de residentes con resultado positivo por covid-19.