- Macario Lafraya Malo, pastor de Villafranca, de la familia de los Cavila, fue uno de los homenajeados ayer. Fue asesinado en Azagra con solo 31 años. Le arrebataron la vida el 22 de julio de 1936 por ser ugetista. Su hija María Jesús Lafraya Amigot, de 87 años, y su nieta María Teresa Berdonces Lafraya, acudieron ayer al acto en su memoria, recuerdo y reparación. Ambas recordaban que estos días son muy tristes para ellas. “La familia se deshizo totalmente con la ejecución de mi abuelo -contó Teresa-. Se tuvieron que venir a Pamplona. Él había dejado a una mujer embarazada, que tuvo un hijo póstumo que falleció el pasado sábado y no ha podido ver este acto. Por eso decimos que queda mucho por hacer todavía. Este tipo de reconocimientos llegan tarde para mucha gente y hay que tratar de hacer lo posible para que se les reconozca cuanto antes”.