ras un incremento de más de 85 casos de coronavirus en solo una semana (dentro de una población de menos de 2.000 habitantes), Cadreita vivió ayer el primer día de confinamiento, una medida que se añade a otras que, durante el último mes, han tratado de reducir la curva de contagios sin conseguirlo. De estos más de 85 casos, 20 proceden de un cribado realizado entre 300 personas de entre 40 y 54 años.

Durante 7 días "prorrogable hasta 15 si fuera necesario" cadreitanos y cadreitanas deberán mostrar algún tipo de justificante o pase para poder salir o entrar en su localidad "por motivos de sanidad, educación, laboral y cuestiones especiales".

Ayer, sus habitantes vieron como Guardia Civil Policía Foral y Policía Local se apostaban en dos entradas y salidas, cerrando todas las demás para impedir el acceso de vehículos. El próximo paso, aún sin determinar cuándo, será la realización de un cribado a toda la población con PCR o test de antígenos (según señalaron desde Salud a DIARIO DE NOTICIAS).

Desde el Ayuntamiento de Cadreita señalaron en el bando que "este combinado es totalmente necesario para frenar la curva de contagio y que disminuyan".

"Antes está la salud que nada", afirmaba ayer Ángel Cambra tras la barra del bar de Jubilados, situado junto al Ayuntamiento de Cadreita en el corazón de la localidad ribera. Apenas media docenas de personas tomaban café en las mesas, en un ambiente de silencio que también se sentía en el pueblo. Alguna persona mayor con carrito de la compra, el cartero y algún vecino en bicicleta eran los pocos que animaban el paisaje urbano. "Si deciden cerrar es porque el Gobierno cree que es la mejor solución. Aquí hay muchos contagios y algo hay que hacer, aunque no sé si servirá", añade un pesimista Cambra. "Nos hicieron cerrar los bares durante 10 días y eso se puede resistir, pero lo que no se puede repetir otra vez es lo de marzo. Ya solo sobrevivimos con la gente de aquí. La gente ya no sale, se toman un café y para casa". El pasado 3 de septiembre Cadreita ya vio cómo se decretaba el cierre de bares, complejo deportivo, parques públicos, Punto de Encuentro, Centro Cívico y piscinas, pero sin demasiado efecto.

Pocos son los vecinos que paseaban por el pueblo aunque varias parejas a primera hora de la mañana ya habían dado una vuelta hacia las afueras donde, en un polígono cercano, se encuentra un taller de coches, Talleres Cadreita que trabajaba, con la puerta entreabierta. "Yo no he tenido problema para pasar, aunque a dos hombres de campo que iban delante mía no les han dejado. Yo tengo que dar vuelta por el invernadero por la tarde y espero no tener problemas", señalaba el responsable. Alrededor de su nave todo era silencio y la calle estaba vacía "normalmente pasan tractores ha dejar producto en una empresa que hay aquí cerca y la verdad es que hoy no estoy viendo".

En una de las entradas, la más cercana al cruce de Los Abetos, Guardia Civil y Policía Local compartían el trabajo de vigilar las entradas y salidas. Cada conductor debía mostrar un papel que justificara su presencia allí y, con paciencia, esperaban 3 o 4 minutos hasta que se comprobaba. Quienes tenían algún campo de cultivo en el término municipal de Cadreita podían pasar, pero no así aquellos cuyos campos estaban fuera del término municipal, según informó la Policía Municipal. "De momento todo bien. Ningún problema. Por la noche ya será otra cosa, se buscarán más excusas para salir...", auguraba el agente local.

La zona de salud de Valtierra-Cadreita sumaba 751 casos de coronavirus a fecha del 15 de octubre, con una tasa de más de 59 por cada 1.000 habitantes, la tercera más alta de Navarra solo por detrás de Cintruénigo y del barrio de La Milagrosa de Pamplona.

Ángel Cambra, tras la barra del bar de Jubilados sentencia "antes está la salud que nada" y afirma que "no se puede repetir lo de marzo"