- La alta incidencia que la covid-19 ha tenido en las últimas semanas en Navarra tendrá repercusión en los hospitales en quince días, cuando se espera que aumente el número de personas infectadas que van a requerir un ingreso. En la orden foral, el Gobierno advierte de que hay riesgo de que se superen las capacidades previstas, algo que puede llevar a desprogramar actividad ordinaria. En este sentido, el principal limitante para garantizar esa atención, según recoge el texto, “va a ser la disponibilidad de profesionales necesarios para atender patología covid y no covid simultáneamente”.

La falta de personal es un problema que lleva arrastrando Navarra, y la mayoría de comunidades autónomas, desde antes de la pandemia, pero que se ha agravado con la crisis sanitaria. De hecho, el Colegio de Enfermería puso ayer de manifiesto que se han agotado las listas de contratación de Enfermería en Osasunbidea, por lo que propone que enfermeras jubiladas o estudiantes de 4º curso puedan realizar labores de rastreo o pruebas PCR. “Esta falta de profesionales se traduce en jornadas maratonianas que pueden incidir en la seguridad del paciente”, denunció la presidenta del Colegio de Enfermería, Arantxa Osinaga.

Asimismo, Gregorio Achutegui, el nuevo director gerente de Osasunbidea, reconoció que está siendo un problema “disponer del personal necesario para atender las necesidades”. “La situación del mercado está como está y hay muy pocos profesionales ya preparados”, señaló.

Esta situación también la recoge el Ejecutivo foral en la norma, en la que se señala que en la actualidad “son cada vez más los profesionales necesarios para atender los planes de contingencia activos, cada vez más los profesionales con infección activa o aislamiento fruto de la situación epidemiológica general, lo que obliga a recurrir a actividad extraordinaria y pone en riesgo la posibilidad de disfrutar del obligado descanso en las próximas semanas”. En concreto, son 133 los casos activos de covid-19 entre sanitarios, a los que habría que sumar los que están en aislamiento por haber sido contactos de algún positivo.

Por lo tanto, a la falta de personal se suma la incapacidad de decenas de profesionales que caen contagiados al estar en la primera línea de lucha contra la pandemia, en un momento en el que se prevé un aumento de la actividad hospitalaria, que ya actualmente tiene una ocupación de 314 camas (38 en UCI), 100 más que hace un mes.