oy autónoma: trabajo en Barcelona y en Pamplona. Y vivo aquí. Tengo el empadronamiento en la maleta”. La joven responde al agente de la Policía Nacional que le acaba de preguntar los motivos de su desplazamiento a la capital navarra. La conversación tiene lugar en el andén de la Estación de Ferrocarril, en el barrio de San Jorge. Metros más allá, la escena se repite. Agentes de la Unidad de Intervención Policial (UIP), de la Jefatura Superior de Policía de Navarra, controlan la llegada de los viajeros del tren Alvia que ha llegado a Pamplona con muchos menos ocupantes que los habituales. Las restricciones de movilidad que entraron en vigor el jueves impiden los desplazamientos por mero ocio o turismo, lo que ha reducido notablemente el número de pasajeros.

La práctica totalidad de los viajeros que descienden del tren residen en Pamplona. “Les pedimos el DNI para comprobar la dirección y en el caso de que no coincida con el domicilio, les solicitamos el documento de empadronamiento. Muchos ya lo traen preparado, porque tienen la experiencia del estado de alarma”, explica uno de los 110 agentes de la UIP que están destinados en Navarra, encargados de realizar los controles de movilidad derivados de la orden foral para limitar la expansión de la covid-19.

En el andén de la estación de San Jorge esperan dos docenas de personas a montarse en el tren que se dirigirá nuevamente a Barcelona. Los agentes de la Policía Nacional ya han conversado con todos ellos. “Voy a Valladolid, a casa. Soy estudiante”, explica una joven a uno de los policías. “Casi todos los viajeros que van a coger el tren son universitarios o estudiantes. Igualmente les pedimos que nos enseñen el DNI y vemos si la residencia coincide con lo que nos han dicho”, apunta un agente. El control se salda sin ninguna denuncia. “La gente está concienciada y los incumplimientos son mínimos”, apunta el responsable de la unidad.

Los miembros de la UIP de la Jefatura Superior de Navarra también tienen asignada la supervisión de los trayectos que se realizan en autobús. Para ello efectúan controles en la Estación de Autobuses ubicada en la calle Yaguas y Miranda de Pamplona, donde aleatoriamente solicitan la documentación a los viajeros que acuden a la estación y les preguntan cuál es su destino. “Aprovechamos para comprobar si las personas que identificamos tienen alguna cuestión pendiente, como una requisitoria judicial”, indica uno de los policías. “En muchos casos, los controles rutinarios sirven para detectar la presencia de personas que tienen alguna orden de detención y/o de ingreso en prisión. Nuestro trabajo tiene una vertiente preventiva muy importante”, añade. El control, al igual que en la estación de ferrocarril, concluye sin ninguna denuncia por saltarse el cierre perimetral de Navarra.

Visitas médicas. Cita médica.

Enseñanzas no universitarias. Hoja de matriculación o documento del centro escolar.

Enseñanzas no universitarias. Carnet universitario.

Desplazamientos laborales. Certificado de empresa.

Trabajadores autónomos. Justificante de alta en el IAE (último recibo o cualquier otro documento que acredite su inscripción como autónomo, carnet de instalador oficial etc) y nota de encargo si la hubiere o imagen (foto) de la petición del servicio por el cliente.

Oposiciones. Listas definitivas de personas admitidas.

Retorno a la residencia habitual. DNI o certificado de empadronamiento. Si la vivienda habitual no coincide con la reflejada en el DNI, contrato de arrendamiento, escrituras del piso, algún recibo de suministros, etc.

Cuidado de personas. Certificados sociales o médicos, o fotocopia del DNI de la persona a la que se va a atender.

Fuerza mayor. Acreditación de la causa o situación de necesidad.