El consejero de Cohesión Territorial, Bernardo Ciriza, ha afirmado en comisión parlamentaria que el Gobierno de Navarra "no va a dejar morir nuestra red de carreteras", aunque es necesario encontrar financiación para la mejora de estas infraestructuras sin reducir la dotación de otras partidas.

Ciriza, quien ha comparecido en comisión a petición de Navarra Suma, ha afirmado que "las carreteras del mañana van a depender de las decisiones que adoptemos hoy" y en este sentido ha apostado por "tener unas buenas y competitivas infraestructuras viarias", porque este es también un factor "clave" en la lucha contra la despoblación.

El consejero ha declarado que el Ejecutivo no va a "dejar morir" la red de carreteras, aunque hay que mantener el "debate espinoso pero necesario" de cómo financiar la red sin quitar recursos de otros servicios.

La red de carreteras de Navarra, ha informado, tiene una estructura radial y consta de 3.821 kilómetros, de los que más de 418 son de vías de gran capacidad. Su situación, ha dicho, es "manifiestamente mejorable", ya que con la crisis se redujo la inversión en la red.

Precisamente, la mejora de la red de carreteras es uno de los puntos del Plan Reactivar Navarra, que apuesta por las infraestructuras y por reactivar la economía, "pero una economía que funcione en pro de las personas", ha señalado el consejero.

La obra pública, ha declarado, puede ayudar a lograr "una salida coherente de reconstrucción económica y social".

En este sentido, el consejero ha señalado que, en cuatro años, solo con las obras en la N-121-A y los túneles de Belate y Almandoz, que tienen un presupuesto de 168 millones de euros, se generarán al menos 2.400 puestos de trabajo a tiempo completo y 165,8 millones de euros de valor añadido bruto.

Respecto a la recaudación fiscal, ha apuntado que, en esos cuatro años, se ingresarán 25,4 millones de euros (8,3 millones en IVA, 3,9 en IRPF, 3,8 en Sociedades y 9,4 en cotizaciones sociales).