El Gobierno francés comunicó hace unos meses los problemas de funcionamiento que estaban observando en los dispositivos de geolocalización que habían instalado a través de collares en las dos osas eslovenas, Sorita y Claverina, que se introdujeron en el Pirineo en 2018 y que suelen pisar los valles navarros. De hecho, fuentes del valle de Roncal aseguran que estos GPS, que permitían ubicar a los animales a través de las transmisiones que efectúa vía satélite y, de ese modo, dar aviso a los ganaderos de la zona en caso de que se encontraran próximos a sus bordas, no han podido ser utilizados al menos desde verano y que los responsables de los seguimientos de los animales, los guardas de Medio Ambiente, tratan de ubicarlos a través de unas antenas terrestres que en caso de aproximarse a las osas a una cierta distancia podrían captar las señales del dispositivo que portan en el cuello. La preocupación en el valle, que en las últimas fechas no ha tenido que lamentar ataques a la ganadería, es evidente y más teniendo en cuenta que las autoridades francesas no parecen por la labor de llevar a cabo las capturas de los plantígrados para renovar dichos dispositivos y, por tanto, una de las medidas más fiables de localización de las osas se encontrarían de este modo inutilizada.

'goiat', el collar perdido El hecho ha trascendido públicamente en medios de comunicación de Aragón y Catalunya después de que hace apenas 15 días se conociera que otra de las osas reintroducidas en el Pirineo, Goiat, una de las más agresivas con el ganado ovino, había roto también este dispositivo que permitía seguir sus pasos por las ondas que emite. Dicho geolocalizador se encontró de hecho en mitad de un paraje montañoso de la comarca de la Ribagorza. Este animal, Goiat, está más asentado en el Pirineo aragonés y leridano y había sido soltado en 2016 por Catalunya. El collar fue encontrado, según informó la Generalitat, después de que estuviera más de dos semanas sin captar movimientos del animal y se cree que lo pudo extraviar hace un mes. Entonces, las autoridades catalanas ya reconocieron que no había ningún oso que pudiera ser seguido por GPS en la actualidad, puesto que el Gobierno francés también había confirmado los errores de funcionamiento que acumulaban los dispositivos de Sorita y Claverina.

EN AGOSTO EN ISABA De estas, se había tenido noticias por última vez en agosto, cuando se supone que alguna de ellas pudo atacar a varias cabezas de ganado en la zona de Isaba. En febrero de este año, la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Itziar Gómez, señaló que desconocían la situación de las osas, al "no tener información concreta sobre su posición" y explicó que por entonces hacía mucho tiempo que no se reportaban ataques de osos a la ganadería de los valles de Roncal y Salazar. Hasta tal fecha, febrero de 2020, añadió la consejera, se habían contabilizado unos 13 ataques separados en el tiempo en los dos últimos años desde que fueron introducidas por el Gobierno francés en el Pirineo".

Con antenas terrestres. Los dispositivos de geolocalización de Sorita y Claverina no emiten la geolocalización correspondiente vía satélite desde hace varios meses, señalan fuentes del valle de Roncal. Ahora, para poder conocer su localización, los especialistas del Guarderío de Medio Ambiente tienen que utilizar antenas terrestres que logran captar señal de GPS si está cerca.Reintroducidas en octubre de 2018. Las dos osas eslovenas, Sorita y Claverina, fueron reintroducidas por el Gobierno francés en el Pirineo en octubre de 2018. La presencia de ambas se ha captado en los valles pirenaicos de Navarra y Aragón. En la actualidad se calcula que existen hasta medio centenar de osos en todo el Pirineo.