- El consejero de Educación, Carlos Gimeno, afirmó ayer que con la nueva ley educativa, la denominada leyCelaá, "no se pone en riesgo ningún concierto" ni la libertad de elección de las familias, sino que avanza en "proteger la escuela pública" y luchar contra la "discriminación y la segregación" del alumnado más desfavorecido. El consejero respondió así al portavoz de Navarra Suma, Pedro González, quien en el Pleno del Parlamento denunció que esta ley "suprime la libertad de elección de las familias" y "elimina el concepto de demanda social", convierte a la red concertada en "subsidiaria", atribuye a la Administración "el control total de la escolarización" y "prohíbe el concierto en determinados centros".

El consejero defendió que "proteger la escuela pública no va en contra ni de los centros concertados, ni las familias, ni el alumnado ni su profesorado" y aseguró que con la LOMLOE "no se pone en riesgo ningún concierto" ni se plantea su desaparición. "Va a seguir existiendo libertad de elección de los centros pero conjugada con una distribución equitativa del alumnado desfavorecido" con un procedimiento más transparente que evite la discriminación y la segregación", insistió. En este sentido, Gimeno indicó que con esta ley "se pretende que la libertad personal se conjugue con el bien común y los intereses generales" para que la libertad de elección "no impida asumir la responsabilidad social por parte de todos los centros y evitar la fragmentación social".

El portavoz de Navarra Suma fue completamente contrario a la visión del consejero y denunció que esta ley "nos dibuja un escenario en el que se suprime la libertad de elección de las familias", algo que se ha logrado en Navarra a través de la red pública pero también la concertada, que cuenta con 40.000 alumnos. A su juicio, también "elimina el concepto de demanda social como base para planificar la oferta educativa", un concepto que, criticó Gimeno, fue introducido en la LOMCE y no es más que "un eufemismo para permitir que en comunidades como Madrid empresa privadas accedieran a conciertos cediéndoles previamente suelo público para lucrarse con la educación".

En cuanto a la eliminación de los conciertos a los centros que segregan por sexo, el consejero se mostró prudente y prefirió no hacer una valoración al respecto hasta que la ley quede concretada. Tan solo hizo referencia al acuerdo programático, que establece que "se promoverán actuaciones para evitar conciertos en centros que organizan la enseñanza de forma diferenciada", algo que, señaló Gimeno, "es la voluntad política de este Gobierno". "El Gobierno de Navarra esperará a que la norma tenga el suficiente peso normativo, para que con las sentencias y la jurisprudencia que hay, pueda tomar actuaciones y concretar lo que está en el acuerdo programático".

Desde Geroa Bai, María Solana remarcó que su grupo "no cree que un modelo segregador pueda coeducar ni que se pueda aprender igualdad" y afirmó que con la nueva ley "estamos más cerca de cambiarlo". En relación a la concertada, Solana aseguró que "soy firme defensora de la escuela pública, pero también de la escuela pública vasca, y hoy por hoy la euskarafobia de los gestores públicos no ayuda a avanzar en la escuela pública vasca, en pro de modelos concertados como ikastolas, que usted durante tiempo ha criticado".

Por parte de EH Bildu, Bakartxo Ruiz coincidió en que "la voluntad política es imprescindible" para abordar la supresión de los conciertos y consideró que "la mayoría de este Parlamento tiene voluntad política para actuar contra un modelo excluyente". También ve necesaria "seguridad jurídica, porque conocemos las sentencia en torno al modelo segregador que blindó la LOMCE".

"Cuando la ley sea contundente, el Gobierno foral actuará para evitar conciertos en centros que separan por sexo"

Consejero de Educación