La nieve y el hielo hacen de nuevo presencia en este inicio de año. En esta ocasión, las frías noches bajo cero en el valle del Roncal desnudan una de las cascadas que en su momento corrían aguas monótonas por su cauce. En la carretera NA-137 entre Burgui e Isaba se encuentra esta maravilla que ofrece la naturaleza año tras año cuando el mercurio se encuentra por debajo del cero. Esta vez, tras las frías noches que ha acompañado la borrasca Filomena en este fin de semana, la cascada amaneció a primera hora de la mañana formada por ilustres y curiosos carámbanos cubiertos de una gruesa capa de nieve.